El gran viaje por carretera en Estados Unidos (EU) ha sido exaltado por Keith Barr. El jefe de InterContinental Hotels Group tiene motivos menos románticos, al creer que los estadunidenses que temen por los riesgos de infección de los viajes aéreos deberían reanudar en coche los viajes nacionales de larga distancia. Eso ayudaría a IHG, propietario de la franquicia Holiday Inn, a recuperarse del covid-19 más rápido que sus competidores.
Solo 20 por ciento de sus habitaciones estaban ocupadas en el apogeo de la pandemia. El grupo hotelero registró una pérdida operativa de 233 millones de dólares (mdd) en el primer semestre en comparación con el año pasado. Los rivales más grandes, Hilton y Marriott, han sufrido retrocesos de escala similar desde puntos de partida más altos. Pero los inversionistas prefirieron el IHG. ¿Por qué?
Las grandes deudas de los hoteles en EU son en parte culpables. Estas equivalen a entre 9 y 10 veces el EBITDA previsto para 2020, de acuerdo con los datos de S&P Global. IHG tiene un apalancamiento de 6.7 veces sobre la misma base. Sus acciones registraron una caída de 17 por ciento desde febrero pasado, en comparación con 23 por ciento de Hilton y 33 por ciento de Marriott.
Es posible que las acciones de los grupos que cotizan en EU no se recuperen rápidamente. Pero los Holiday Inn de IHG se dirigen a viajeros económicos útiles en una recesión.
La tarea de Barr es clara: liderar un renacimiento en su sector, sumando habitaciones a medida que avanza. Pero la expansión rápida es peligrosa, incluso cuando los propietarios de franquicias y los hoteles asumen la mayor parte de los riesgos.
srgs