La inflación de Reino Unido bajó en septiembre más de lo esperado, hasta un mínimo de tres años, a 1.7 por ciento, lo que provocó la caída de la libra y a que los operadores aumentaran las apuestas sobre nuevos recortes de tasas del Banco de Inglaterra este año.
Los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Nacionales muestran que la inflación vuelve a estar por debajo del objetivo de 2 por ciento por primera vez desde abril de 2021.
El aumento anual de los precios al consumidor es menor que el pronóstico de 1.9 por ciento de una encuesta de Reuters a economistas y se compara con la cifra de agosto de 2.2 por ciento. El retroceso fue impulsado por las tarifas aéreas más bajas y los precios de la gasolina.
Las cifras serán un impulso para el gobierno de Keir Starmer solo dos semanas antes de lo que promete ser un presupuesto difícil que contiene fuertes aumentos de impuestos. La ministra de Hacienda, Rachel Reeves, busca cerrar un déficit de financiamiento de 40 mil millones de libras, según funcionarios.
Las cifras llevaron a los inversionistas a elevar las apuestas de un segundo recorte en noviembre luego de su reducción de un cuarto de punto en agosto, y después realizará una baja adicional en diciembre.
Los operadores le daban una probabilidad de alrededor de 50 por ciento para que se dieran dos recortes de tasas de un cuarto de punto para fin de año. La probabilidad ahora aumentó a 75 por ciento después de la publicación de la inflación. La libra cayó 0.6 por ciento frente al dólar.
Un recorte en noviembre ya parecía “seguro antes de la publicación de hoy”, dijo Paul Dales, de Capital Economics. “Las probabilidades de que a eso le siga otro recorte de un cuarto de punto en la próxima reunión en diciembre acaban de aumentar”, agregó.
Aaron Hussein, estratega de mercado global de JP Morgan Asset Management, señaló que los datos de inflación y el enfriamiento del crecimiento salarial muestran que se está “domando gradualmente al tigre de la inflación”.
El rendimiento de los bonos del gobierno de Reino Unido a dos años, que son sensibles a los cambios en las tasas de interés, cayó 0.11 puntos porcentuales hasta 4.02 por ciento.
El gobernador Andrew Bailey dijo que los responsables de fijar las tasas pueden ser “un poco más agresivos” a la hora de reducir los costos de endeudamiento si la inflación sigue cayendo. Los comentarios fueron considerados por los inversionistas como una señal de que el Banco de Inglaterra estaba dispuesto a seguir los recortes.
La inflación subyacente fue de 3.2 por ciento, inferior a las expectativas de los economistas de 3.4 por ciento, mientras que la tasa de los servicios cayó de 5.6 a 4.9 por ciento, impulsada por menores aumentos de los precios de las tarifas aéreas.
El banco central considera que la inflación de los servicios es un indicador clave de las presiones subyacentes sobre los precios. La lectura de 4.9 por ciento estuvo muy por debajo del pronóstico de 5.5 por ciento por parte del Banco de Inglaterra cuando publicó por última vez una evaluación completa de la economía en agosto.
Coincide con los datos separados de la Oficina Nacional de Estadísticas de esta semana que muestran que el crecimiento de los salarios en Reino Unido cayó a 4.9 por ciento en los tres meses hasta agosto, por debajo del 5.1 por ciento en el segundo trimestre.
La disminución de la inflación de los servicios fue una “gran noticia” para el organismo central, dijo James Smith, economista británico de ING. “Creemos que el Banco de Inglaterra puede acelerar el ritmo de los recortes más allá de noviembre”.
Es posible que se acelere el ciclo de recortes de tasas, aunque es probable que la inflación general rebote hacia 2.5 por ciento a finales de este año a medida que se desvanezca el lastre a la baja de los menores precios de la energía, agregó Smith.
Un dato clave para la reunión de diciembre será la forma del presupuesto del 30 de octubre de Reeves y el impacto de sus intentos de controlar la deuda.
Darren Jones, secretario jefe del Tesoro, dijo que las cifras de inflación serán “una buena noticia para millones de familias”, y agregó que “aún queda mucho por hacer para proteger a los trabajadores”.
Sin embargo, la fuerte caída de la inflación afectará a muchas familias de bajos ingresos, dado que el 1.7 por ciento se utilizará para aumentar la tasa de los beneficios para los trabajadores en la próxima primavera.