La “fatiga de Ucrania” es un desafío para Occidente

A pesar de todos sus logros en la guerra, Kiev solo puede perdurar si recibe el apoyo incondicional y oportuno de las potencias; el financiamiento externo alcanzó 42 mil 500 millones de dólares el año pasado

FUENTE: Instituto de Economía Mundial de Kiel . GRÁFICO: Alfredo San Juan
Martin Wolf
Londres /

En la reunión anual del Foro Económico Mundial, celebrada en Davos hace dos semanas, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó que “si alguien piensa que esto solo se trata de nosotros, de Ucrania, está muy equivocado”. En una cena a la que asistí, Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores, preguntó: “¿Occidente todavía cree en sí mismo?”.

Tanto la afirmación como la pregunta iban al grano. Lo que está sucediendo en Ucrania y lo que le ocurre a ese país desafía los valores y los intereses occidentales. Desafía nuestros valores, porque Ucrania demostró con sus recursos, su sangre y su voluntad el deseo de ser un país libre, independiente y democrático. Desafía nuestros intereses porque, si fuera independiente, podría ser un baluarte contra Rusia. Dado que Rusia, bajo el gobierno de Putin, es la potencia revanchista más peligrosa del continente desde Alemania bajo el gobierno de Hitler, Europa parece segura de necesitarla.

Dada su historia de corrupción y división y la relación de tamaño entre los dos países, los logros de Ucrania son sorprendentes. Un nuevo país nacerá del fuego.

Muchos, en particular Vladímir Putin y sus compinches, creían que Ucrania iba a caer en unos cuantos días. De hecho, Rusia ha logrado pocos avances militares desde marzo de 2022. Una vez más, a pesar de la pérdida de territorio, la pérdida de número de efectivos, debido a la emigración, el servicio militar obligatorio, las lesiones y las muertes, y los costos materiales de librar esta guerra, la economía también lo está haciendo notablemente bien. Eso también puede continuar, siempre que se reciba la ayuda que Ucrania necesita.


A finales de marzo de 2023, el FMI aprobó un programa de Servicio Aplicado del Fondo (SAF) de 15 mil 600 millones de dólares como parte de un paquete de apoyo de 115 mil mdd. Esto incluyó reformas para preparar al país para su adhesión a la Unión Europea.


El 11 de diciembre de 2023, el directorio del FMI declaró: “Las autoridades lograron grandes avances en el cumplimiento de sus compromisos en el SAF en condiciones difíciles, cumpliendo todos los criterios de desempeño cuantitativos aplicables hasta finales de junio y objetivos indicativos hasta finales de septiembre, así como la mayoría de los puntos de referencia estructurales hasta finales de octubre”.

No menos notable fue el desempeño económico. Cuando se acordó el SAF en marzo pasado, el fondo pronosticó un crecimiento del PIB de entre menos 3 y más 1 por ciento en 2023. El personal ahora espera que esté cerca de 5 por ciento. En 2022 se produjeron daños enormes, con una caída del PIB de 29 por ciento, pero en 2023 la economía se estabilizó. De igual manera, a pesar de todo, también lo hizo el campo de batalla. Ucrania no logró el progreso que esperaba, pero Rusia tampoco hizo avances y sigue sufriendo grandes pérdidas de hombres y armamento.

A pesar de todos sus logros en la guerra, Ucrania solo puede perdurar si recibe el apoyo incondicional y oportuno de las potencias occidentales. El Centro de Estrategia Económica de Ucrania señala que “cerca de la mitad del presupuesto estatal se gasta en defensa”. Si Occidente desea evitar el colapso de Ucrania o los riesgos de una guerra indefinida, debe proporcionar los recursos que necesita.

Según el Ministerio de Finanzas de Ucrania, el financiamiento externo el año pasado fue de 42 mil 500 millones de dólares. Las necesidades de este año se redujeron a 37 mil 300 millones. El peligro es que, si bien el año pasado el flujo de financiamiento fue rápido y adecuado, ahora se ven pocas probabilidades de que eso sea cierto. La Unión Europea necesita acordar su programa de 50 mil millones de euros esta semana. Si no lo hace, el gobierno ucraniano puede verse obligado a imprimir dinero, tomar préstamos riesgosos a corto plazo o recortar gastos.

Si bien parece poco probable que la Unión Europea no logre cumplir, a pesar de la vil oposición de Viktor Orbán, no pasa lo mismo con Estados Unidos. Como argumenta Anne Applebaum en The Atlantic, existe el riesgo de que el Congreso abandone Ucrania. Al parecer, algunos republicanos prefieren a Rusia bajo el gobierno de Putin que a Ucrania bajo el de Zelenski. Otros desean alinearse con el deseo egoísta de Donald Trump de impedir un acuerdo que puede aliviar la crisis en la frontera sur. Esto es particularmente grave en el caso del suministro de armas que solo EU puede proporcionar.


Estamos presenciando lo que se llama “fatiga de Ucrania”; sin embargo, los argumentos para impedir que Rusia destruya Ucrania de ninguna manera han disminuido. Por el contrario, el comportamiento y la retórica del gobierno ruso, en todo caso, empeoraron. La extensión del control totalitario sobre las regiones ocupadas de Ucrania es horrorosa. Este es un intento de eliminar las aspiraciones y la identidad de un pueblo. El ex presidente ruso Dmitry Medvedev amenaza con una guerra eterna hasta que Rusia se apodere de Ucrania. ¿Y qué puede querer Rusia a continuación? ¿Los países bálticos? ¿Europa del Este? ¿Qué puede querer China si ve un colapso como ese de la voluntad de Occidente?


Sin embargo, ayudar a Ucrania también es barato. No hay soldados de Occidente en peligro. Las sumas para este año ascienden a menos de 0.25 por ciento del PIB combinado de la Unión Europea, Reino Unido y EU. El argumento de que es inasequible es ridículo. Como señalé el 28 de febrero de 2023, estas sumas se ven pequeñas respecto a lo que se gastó en subsidios de energía en Europa y en anteriores guerras estadunidenses.


Me parecen convincentes los argumentos de Robert Zoellick de que las reservas rusas congeladas pueden y deben utilizarse en beneficio del país que Putin intenta destruir. Pero incluso sin eso, proporcionar a Ucrania los recursos y el armamento que necesita es una ganga notable frente a los costos morales y materiales de un abandono ineficaz e imprudente.

Al final, por supuesto, debe haber paz, pero debe tener honor. Eso solo ocurrirá si Rusia se da cuenta de que esta vez no se permitirá que la fuerza tenga razón. Occidente tiene los recursos para garantizar esto. La cuestión es si cree lo suficiente en sí mismo como para mostrar su voluntad. De no ser así, el precio puede ser incalculable.

Financial Times Limited. Declaimer 2021

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