El jueves Reino Unido prometió seguir adelante con sus planes de un impuesto especial para las grandes empresas de tecnología, horas después de que Estados Unidos amenazara con imponer sanciones comerciales a Francia por una acción similar.
Con las relaciones entre Reino Unido y EU ya en un punto muy bajo después de una pelea transatlántica por la filtración de unos cables del embajador británico en Washington, los ministros ignoraron las quejas de EU sobre Francia y publicaron un proyecto de ley para un nuevo impuesto sobre los servicios digitales a partir de abril próximo, diseñado para recaudar 400 millones de libras al año para 2022.
Los ministros y funcionarios del Tesoro se imaginaban que su impuesto propuesto sobre los ingresos en Reino Unido de empresas como Google, Facebook, Apple y Amazon no irritaría a la administración del presidente estadunidense, Donald Trump, pero se apegaron a su calendario original para la publicación del proyecto de ley de finanzas.
Jesse Norman, un subsecretario de Hacienda, dijo: “Reino Unido siempre ha buscado liderar la búsqueda de una solución internacional para aplicar impuestos a la economía digital. Este impuesto proporcionado y específico a los servicios digitales se diseñó para mantener nuestro sistema fiscal en esta área tanto justa como competitiva, en espera de un acuerdo internacional a largo plazo”.
En respuesta a las quejas de un día para otro en EU, un portavoz del Tesoro agregó que Reino Unido quería “una solución global o de la OCDE” para aplicar impuestos a los servicios digitales y llevaría el asunto a la reunión del G7 en Francia la próxima semana. “Una vez que haya una solución global adecuada, ya no necesitaremos nuestro propio impuesto a los servicios digitales”, agregó el funcionario.
El nerviosismo por la respuesta de EU se intensificó después de que Trump ordenó a su principal funcionario de comercio que determinara si el impuesto digital francés se dirigía injustamente a las empresas estadunidenses en una investigación llamada Sección 301.
El uso de este procedimiento por parte de la administración de EU el año pasado llevó a la imposición de aranceles a 250 mil millones de dólares de importaciones chinas, lo que desató la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Los senadores franceses votaron el jueves para aprobar el nuevo impuesto, que aplicará un cargo de 3 por ciento a la facturación de las empresas digitales con ingresos de más de 750 millones de euros a nivel mundial y 25 millones de euros en Francia. Afectará a cerca de 30 compañías, entre ellas los grupos estadunidenses Alphabet, Apple, Facebook y Amazon, así como a compañías de China, Alemania, España, Reino Unido y Francia.
El impuesto propuesto en Reino Unido se diseñó para ser similar. Aplica un impuesto de 2 por ciento sobre los ingresos de los motores de búsqueda, las plataformas de redes sociales y los mercados en línea que atienden a los clientes de Reino Unido.
El impuesto se aplicaría solo a las empresas con ingresos globales superiores a 500 millones de libras e ingresos de 25 millones de libras con las actividades en Reino Unido. Las compañías con bajos márgenes de utilidades a nivel global pagarían una tasa de impuesto más baja o estarían exentas si pueden demostrar que su margen de utilidad operativa en negocios del Reino Unido es cero o por debajo de ese nivel.
Norman explicó a los ministros del parlamento que las medidas se van a someter a consulta hasta el 5 de septiembre. Agregó que el gobierno lleva a cabo modificaciones menores a las propuestas con respecto a las transacciones transfronterizas en las que la otra jurisdicción también opera un impuesto similar. El gobierno también introdujo una exención para los servicios financieros y de pagos de la definición de un mercado en línea.
Reino Unido actúa solo para introducir el impuesto porque se frustró por el lento progreso de las negociaciones internacionales sobre la aplicación de impuestos a las empresas digitales y después fracasaron los intentos europeos por acordar un impuesto conjunto de la Unión Europea.
Al comentar sobre las propuestas, Giles Derrington, director asociado de políticas de TechUK, el organismo de la industria de tecnología, dijo que era “muy preocupante” que el gobierno decidiera seguir adelante después de que se anunció la investigación de EU sobre Francia. Si bien reconoció la necesidad de que el sistema tributario evolucione, también destacó que con el impuesto se corre el riesgo de “hacer que invertir en Reino Unido sea menos atractivo, lo que aumenta los costos para los consumidores y probablemente obstaculice el progreso hacia una solución global a largo plazo”.
En otra parte del proyecto de ley de finanzas, el gobierno confirmó los planes para trasladar la carga de determinar si los freelancers (trabajadores independientes) deben ser clasificados como empleados a efectos fiscales del individuo al negocio que emplea sus servicios, junto con la responsabilidad de tomar una decisión errónea.
Se espera que las nuevas reglas tengan un impacto en 170 mil personas que trabajan a través de su propia compañía de servicios personales “que serían empleados si participan directamente”, destacó el Tesoro.
En la práctica, los trabajadores independientes temen que sus clientes los clasifiquen como “empleados con fines fiscales” para limitar su responsabilidad, lo que significa que el impuesto a la renta y el seguro nacional se deducirán de su salario aunque no reciban los beneficios que reciben otros trabajadores PAYE (que pagan impuestos conforme a lo que ganan), como pagos por enfermedad y vacaciones.
“Muchos freelancers ahora corren el riesgo de que se les empuje a ser semiempleados contra su voluntad”, dijo Chris Bryce, director ejecutivo de IPSE, la asociación de profesionales independientes y trabajadores por cuenta propia. “Ellos ingresarán al sistema como empleados, pero se les negará cualquiera de las protecciones que acompañan al empleo”.
EN FRANCIA
PIONERA
Francia se convirtió en la primera gran economía mundial en adoptar un impuesto a los gigantes tecnológicos, pese a amenazas de represalias de EU.
TASA GAFA
La legislación, llamada tasa Gafa (un acrónimo para referirse a Google, Apple, Facebook y Amazon), fue aprobada por un último voto a mano alzada en el Senado.
AMENAZA
Trump, incluso antes de que se aprobara la ley, ordenó una investigación, algo que el ministro francés de Economía calificó de hecho sin precedentes.
DE 3 POR CIENTO
La idea es imponer una tasa de 3% sobre los ingresos de las mayores empresas tecnológicas que dan servicios a los consumidores franceses.
SERÁN 450 MDD
París prevé que el impuesto recaude unos 450 mdd este año y 732 millones en 2020, y debería aplicarse a una treintena de grupos empresariales.