Los conservadores británicos deben aprender de los fracasos

Tras las negociaciones de Theresa May, las mentiras de Boris Johnson y las locuras de Liz Truss y Kwasi Kwarteng, Rishi Sunak tiene que ofrecer algo mejor

Para el primer ministro no bastará con imponer otra ronda de austeridad. Isabel Infantes/AP
Martin Wolf
Londres /

Los conservadores están en el poder en Reino Unido desde mayo de 2010. Su historial ha sido terrible. Esto en parte se debe a las circunstancias adversas, pero también se debe a que el partido es cautivo de una ideología anticuada. En general, cada líder también ha sido peor que su predecesor.

Tal vez Rishi Sunak sea el “adulto” que rompa esta secuencia, pero no es de alguien maduro prometer estrictos controles sobre el gasto público solo después de las próximas elecciones. No es de grandes reducir la deuda al disminuir la inversión pública ni aumentar impuestos a través de reducciones disimuladas de los límites. Los adultos no deben prometer recortes en un futuro lejano. Deben enfocarse en el balance general, no solo en los pasivos, y deben ser honestos. 

Después del daño que provocó la austeridad fiscal de George Osborne que cargaron los más vulnerables, el desacertado referendo sobre el brexit de David Cameron, las malogradas negociaciones de Theresa May, las mentiras de Boris Johnson y las locuras de Liz Truss y Kwasi Kwarteng, Sunak debe ofrecer algo mucho mejor. El largo periodo de insignificante crecimiento de la productividad y el estancamiento de los ingresos reales disponibles hacen que esto sea aún más urgente. Para Sunak no basta con imponer otra ronda de austeridad para ahorrar dinero, sobre todo porque eso suele perjudicar a los más pobres en un momento en el que se disparan los precios. 

El partido debe aprender de sus fracasos. Si no quiere hacer eso desde la oposición, debe hacerlo mientras está en el gobierno. Tim Pitt proporcionó un excelente resumen de lo que los conservadores necesitan aprender (y olvidar) en un reciente panfleto. En particular, subraya que los conservadores han tenido éxito durante tanto tiempo porque no han tenido una ideología invariable. Sugiere que han tenido cuatro principios superpuestos: pragmatismo, administración, “Una Nación” y “empoderamiento”. El punto crucial es que la capacidad del Estado y la cohesión de la sociedad deben importar siempre a los conservadores. La actualidad es muy diferente a 1979. El thatcherismo es una idea “zombi”.

En ninguna parte es esto más cierto que al considerar el futuro papel y tamaño del Estado. La verdad es que es probable que crezca más rápido que la economía. Eso también es bastante factible, siempre que la economía también reporte crecimiento, pero si es probable que el Estado crezca, también debe hacerlo la carga fiscal.

¿Por qué el Estado tiende a crecer más rápido que la economía? Primero, la economía necesita mano de obra con buena educación y saludable. Segundo, los servicios que proporciona el Estado son aquellos en los que es difícil aumentar la productividad. Tercero, el gasto en transferencias y salud aumentará con la proporción de población vieja y enfermiza. Por último, un mayor gasto en transferencias y servicios esenciales es también lo que exigen los votantes.

Los impuestos tendrán que aumentar en proporción al producto interno bruto (PIB). La única alternativa es que el Estado abandone obligaciones importantes o que pretenda prometer lo que la gente espera, mientras ofrece un nivel peor. Por fortuna, una mayor carga fiscal no es un problema insuperable, porque el nivel es relativamente bajo en comparación con sus pares europeos. Además, muchos de estos países con mayor carga fiscal son más ricos que Reino Unido. En los datos del Conference Board se muestra que el poder adquisitivo del PIB per cápita de Dinamarca era 32 por ciento mayor, el de Países Bajos 29 por ciento mayor y el de Alemania 22 por ciento mayor que el de Reino Unido en 2021.

Una gran pregunta es cómo recaudar más ingresos. La gran diferencia parece estar en las tarifas a la seguridad social, que son bajas en Reino Unido. En realidad, no son más que otra forma de impuesto sobre la renta, pero puede funcionar mejor desde el punto de vista político. También pueden aumentarse otros aranceles: sobre la tierra, sobre el patrimonio, las donaciones y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Algunos argumentarán que todo esto acabará con el crecimiento. Si es así, ¿por qué muchos países con más impuestos son mucho más ricos? Hay que comprender mejor los factores determinantes del ahorro, la inversión y la innovación. Los impuestos son importantes, pero no son lo único que importa. Sería posible aumentar los ingresos al tiempo que se mejora el dinamismo económico general.

Como señala Pitt, la productividad solo ha aumentado a un ritmo anual de 0.4 por ciento desde la crisis financiera. Los conservadores han estado en el poder casi todo el tiempo. Además, la economía se mantiene en gran medida como la que legó Thatcher, con una carga fiscal relativamente modesta. Esto es insuficiente. Los conservadores deben aprender del fracaso. ¿Cómo va a combinar el país el Estado que desea con la economía dinámica que necesita? Esa es la pregunta que debe responder Sunak. Lo mismo debe hacer Keir Starmer, líder del Partido Laborista. Está en el núcleo de la política de Reino Unido.


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