Optimismo en inversionistas a pesar del caos en OpenAI

Expectativa. Ante la próxima venta de acciones esperan alcanzar una valoración de 86 mil mdd al margen de la lucha de poder en la compañía

Grupos de capital de riesgo presionaron por la reincorporación de Sam Altman en la empresa de tecnología. AP
George Hammond y Michael Acton
San Francisco /

La próxima venta de acciones de OpenAI pondrá a prueba qué tanto le costó a la compañía y a sus patrocinadores el caos de la semana pasada, aunque los grandes inversores se muestran optimistas acerca de la posibilidad de conseguir una valoración alta.

La venta de acciones a los empleados, que estaba planeada desde antes del despido de Sam Altman la semana pasada y que se esperaba que le diera una valoración de 86 mil millones de dólares (mdd) a la compañía, seguirá adelante según lo previsto, de acuerdo con dos inversores con conocimiento directo del asunto.

Será la primera prueba del apetito de los inversores por OpenAI después de una batalla entre Altman y el consejo de administración que sacó a la luz problemas en la compañía, como los complejos acuerdos de gobernanza en los que una junta directiva sin fines de lucro supervisa una empresa con fines de lucro.

Grupos de capital riesgo como Thrive Capital, de Josh Kushner, Sequoia Capital y Khosla Ventures, fueron algunos de los que presionaron por la reincorporación de Altman, ya que trataban de proteger sus participaciones actuales en OpenAI.

Los inversores siguen confiando en que una nueva venta de acciones pueda triplicar la valoración de 29 mil millones de dólares que se otorgó a OpenAI cuando Microsoft se comprometió a invertir 10 mil mdd en la empresa a principios de este año.

“Está claro que esto casi destruyó mucho valor en el corto plazo, es difícil decir qué pasará después”, dijo Vinod Khosla, uno de los primeros inversores en OpenAI. “La valoración está en función de las percepciones de los inversores. La compañía está igual o mejor que el jueves pasado”.

Pero los analistas sugieren que OpenAI se verá afectada por los acontecimientos de la semana, ya que grupos rivales como Google y Amazon representan contrincantes fuertes y estables en la carrera por ofrecer servicios de inteligencia artificial generativa a empresas y consumidores.

“Afectó su valoración, eso todos lo sabemos. Es simplemente un desastre”, dijo Anat Alon-Beck, profesora asociada de derecho corporativo y gobernanza en la Facultad de Derecho de la Universidad Case Western Reserve. “No creo que su valoración vaya a subir sin que ahora tomen las medidas adecuadas”.

La valoración de 86 mil millones de dólares se sugirió el mes pasado, cuando OpenAI era la startup más celebrada de Silicon Valley y la fuerza dominante en un auge de la inteligencia artificial que se inició con el lanzamiento del chatbot ChatGPT de la compañía hace un año.

Los cuatro directores que destituyeron a Altman fueron el cofundador de OpenAI, Ilya Sutskever, la emprendedora de tecnología Tasha McCauley, Helen Toner, del Centro de Seguridad y Tecnologías Emergentes de la Universidad de Georgetown, y el director ejecutivo de Quora, Adam D'Angelo.

Tres directores perdieron sus puestos cuando Altman regresó, pero D'Angelo permaneció en el nuevo consejo de administración, supervisando la transición. Eso “no estuvo bien”, dijo Alon-Beck, refiriéndose al fracaso a la hora de sustituirlos a todos.

Los directores salientes también consiguieron otras concesiones que pesarán sobre la compañía, como una investigación independiente de los acontecimientos de la semana pasada, así como garantías de que Altman no volvería a formar parte del consejo.

Aun así, el regreso de Altman como director ejecutivo proporcionó cierto grado de alivio para los inversores y podría allanar el camino hacia una estructura corporativa más sencilla con un enfoque más claro para obtener ganancias, en lugar del propósito de la junta directiva de crear inteligencia artificial que “beneficie a toda la humanidad”, de acuerdo con dos inversores de la empresa.

Microsoft, que posee una participación minoritaria significativa en la compañía, también espera que se produzcan cambios en la gobernanza que le permitan influir en la forma como se dirige la compañía.

Kushner, cuya empresa Thrive Capital tenía previsto encabezar la venta de acciones de los empleados, dijo: “La resiliencia y fortaleza que pudimos ver de todo el equipo de OpenAI en los últimos días es extraordinaria, y consideramos un verdadero honor ser sus socios ahora y en el futuro”.

Financial Times Limited. Declaimer 2021


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