Problemas heredados dejan contra las cuerdas a la finlandesa Nokia

FINANCIAL TIMES

La adquisición por 15 mil 600 millones de euros de Alcatel-Lucent en 2016, absorbió —como inevitablemente ocurre con ese tipo de adquisiciones— más tiempo administrativo y dinero de lo que Nokia esperaba.

Nokia vende un kit a una industria que se prepara para el lanzamiento de tecnología de siguiente generación. (Especial | Archivo)
Editorial Milenio
Londres /

Es una situación tan sospechosa como el tamaño del golfo de Finlandia. Nokia vende un kit a una industria que se prepara para el lanzamiento de tecnología de siguiente generación. La hostilidad estadunidense obstaculiza a Huawei, su rival chino. Entonces, ¿cómo es que el campeón nacional de telecomunicaciones de Finlandia redujo su guía de ganancias para los próximos dos años, detuvo los dividendos trimestrales y advirtió que el flujo libre de efectivo recurrente caerá a los números rojos este año?

Hay que culpar a problemas heredados. La adquisición por 15 mil 600 millones de euros de Alcatel-Lucent en 2016, absorbió —como inevitablemente ocurre con ese tipo de adquisiciones— más tiempo administrativo y dinero de lo que Nokia esperaba. La integración agregó una capa adicional de complejidad a las reestructuraciones que ya son comunes en esta industria.

Veamos a Ericsson, cuyos años de poca actividad e influencia solo terminaron tras enormes recortes de puestos de trabajo como parte de los esfuerzos para eliminar los costos. Pero al parecer Ericsson en todo momento mantuvo la vista en el objetivo más grande. Invirtió en investigación y desarrollo para mantenerse al día con la tecnología y fijarle un precio agresivo. Esto último es importante, porque los operadores se están preparando para realizar fuertes gastos con el 5G.

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