El gobierno británico puso en marcha una investigación en profundidad sobre la adquisición de Arm, la compañía de tecnología con sede en Reino Unido, por parte del fabricante de chips Nvidia por motivos de seguridad nacional, lo que supone un nuevo obstáculo para la operación de 54 mil millones de dólares.
La secretaria de Cultura y Asuntos Digitales, Nadine Dorries, ordenó una investigación de fase 2 sobre la operación por motivos de interés público, lo que significa que ahora se va a someter a una investigación exhaustiva sobre cuestiones antimonopolio y de seguridad. El regulador de la competencia de Reino Unido descubrió en julio “serios problemas de competencia” en la operación.
En una carta a las partes publicada ayer, el gobierno señaló: “La secretaria de Estado cree que la ubicuidad de la tecnología de Arm hace que la accesibilidad y la confiabilidad de la propiedad intelectual de Arm sean necesarias para la seguridad nacional”.
Los diseños de chips de Arm los utilizan casi todos los fabricantes de smartphones.
El gobierno afirmó que el Centro Nacional de Ciberseguridad también identificó “una serie de riesgos potenciales para la seguridad nacional” como resultado del acuerdo.
En un comunicado, Dorries dijo que Arm ocupa “un lugar único en la cadena de suministro mundial de tecnología y tenemos que asegurarnos de que las implicaciones de esta transacción se tengan plenamente en cuenta”.
Nvidia acordó el año pasado la compra de Arm, con sede en Cambridge —alguna vez una de las joyas de la corona del sector británico de tecnología— a la japonesa SoftBank, en la mayor operación de la historia en el sector de los semiconductores. Desde entonces, la oferta se ha visto obstaculizada por investigaciones regulatorias en Reino Unido, Bruselas y China, lo que obligó a Nvidia a admitir en agosto que era poco probable que pudiera cerrar el acuerdo en 18 meses, como había esperado.
Nvidia señaló: “Planeamos abordar las opiniones iniciales de la CMA (Autoridad de Competencia y Mercados) sobre el impacto de la transacción en la competencia, y seguiremos trabajando con el gobierno de Reino Unido para resolver sus preocupaciones”. Afirmó que el acuerdo “ayudará a acelerar Arm y a impulsar la competencia y la innovación, también en Reino Unido”.
Los diseños de Arm se utilizan en dispositivos como smartphones, televisores inteligentes y coches de autoconducción, y los rivales de Nvidia dependen en gran medida de ellos, algo que los reguladores consideran problemático. La Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido detectó en verano “serios problemas de competencia” con el acuerdo, alegando que Nvidia podía perjudicar a los competidores al cortar el acceso a la tecnología de Arm o al aumentar los precios. Nvidia prometió mantener un modelo de licencias abierto y su director ejecutivo, Jensen Huang, dijo que no tiene intención de “estrangular” el suministro de Arm a ningún cliente.
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La CMA dispondrá de 24 semanas para la investigación antes de entregar un informe final al gobierno, y puede extender ese plazo por ocho semanas más.
Los reguladores de la Unión Europea también temen que Nvidia pueda perjudicar a sus rivales y frenar la innovación a través de la compra de Arm. La fecha límite para esta investigación es el 15 de marzo de 2022, aunque puede ampliarse, lo que retrasará aún más el plazo de la operación.
El mes pasado, Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Unión Europea a cargo de la política de competencia y digital, dijo: “Nuestro análisis muestra que la adquisición de Arm por parte de Nvidia puede dar lugar a un acceso restringido o degradado a la propiedad intelectual de Arm, con efectos perjudiciales en muchos mercados donde se utilizan semiconductores”.
Masayoshi Son, director ejecutivo de SoftBank, propietario japonés de Arm, dijo a principios de este mes que espera que el acuerdo sea aprobado.