El sector privado, centro de atención en cumbre COP26

Dado que los gobiernos no han estado a la altura del desafío climático, las grandes empresas deben tomar el relevo

Líderes mundiales durante la recepción de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow. Reuters
Gillian Tett, Simon Mundy y Andrew Edgecliffe-Johnson
Londres /

Hola desde Glasgow, donde reporteros de Financial Times estarán en campo durante la COP26, manteniéndolos informados de las discusiones que puedan (o no) resultar muy importantes para el clima y la economía global.

Gillian y Andrew analizan un tema incómodo: hay un amplio consenso en el mundo empresarial de que, dado que los gobiernos no han estado a la altura del desafío climático, el sector privado debe tomar el relevo. Es alentador ver que las grandes firmas prestan atención a los problemas climáticos. Pero, ¿es saludable ver un papel tan poderoso desempeñado por empresarios no electos, por muy constructivos que sean sus incentivos?

Aquí, en Glasgow, esa tensión tomó una forma práctica incómoda. Se habla mucho en la ciudad sobre cómo la gran afluencia de personas del tipo corporativo provocó que las tarifas de alojamiento alcancen niveles estratosféricos, lo que obligó a los delegados oficiales de varios países a quedarse a una hora de distancia en Edimburgo y más allá. La Conferencia de las Partes es, por supuesto, una negociación entre funcionarios gubernamentales, y trabajaremos arduamente para mantenerlos actualizados sobre los movimientos clave allí. Pero dado que esto también se ha convertido en un cónclave para los líderes empresariales globales, también realizaremos un seguimiento de esa conversación.

Día 1 en resumen

-Los servicios de tren se cancelaron de London Euston a Glasgow debido a los daños causados por una tormenta mientras el caos del transporte opacó las llegadas a la cumbre climática.

-Los líderes del G20 acordaron poner fin al financiamiento internacional a la generación de electricidad alimentada por carbón, pero en un guiño al progreso adicional que se necesita en la COP26, minutos antes de partir hacia Escocia, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, dijo: “Si Glasgow falla, entonces todo falla”.

-“Sunak puede ser optimista. Yo, por desgracia, no lo soy”', escribe Martin Wolf en Financial Times, quien sostiene que la economía de Reino Unido seguirá “sumida en un crecimiento mediocre” si no logra unir los ambiciosos objetivos de transición verde con la estrategia fiscal y de crecimiento del ministro de Hacienda británico Rishi Sunak.

Se supone que las cumbres de la COP son un conjunto de conversaciones intergubernamentales, pero este año, la acción real no estará del lado del gobierno. La delegación de EU llega a la fiesta con muy poco que ofrecer, y China y Rusia están ausentes.

Pero lo sorprendente de la COP26 es que la inacción del gobierno va de la mano con la hiperactividad del mundo corporativo y financiero. La gran atención para esto es el día de “negocios y finanzas”, el miércoles. Sin embargo, puede haber una serie de anuncios antes de esto, entre los que destacan los siguientes.

1. Medidas para armonizar los estándares contables verdes a través de las Normas Internacionales de Información Financiera y otras. Sí, sabemos que la sopa de letras en torno a estas normas suena aburrida, pero es importante.

2. Llamados a los bancos multilaterales de desarrollo para que sean más creativos en la forma en que crean herramientas financieras combinadas para respaldar proyectos ecológicos de los mercados emergentes. Esto también suena aburrido, pero es importante si el objetivo es permitir que el dinero del sector privado se invierta en proyectos ecológicos.

3. Esfuerzos para eliminar los riesgos en torno a los proyectos de mercados emergentes mediante, por ejemplo, la combinación de exposiciones de divisas y la creación de una Kitemark (una etiqueta con la que se certifica que los productos o servicios cubren determinados estándares) verde para designar qué proyectos cumplen con los objetivos de París. Estos pasos también puede ser importantes para ayudar a que el dinero del sector privado fluya hacia el mundo en desarrollo.

4. Medidas para hacer que el mercado de compensación de carbono parezca más creíble. Esto es controvertido, ya que algunos activistas piensan que todo el mercado de compensación de carbono es cuestionable; sin embargo, el sector empresarial está interesado en desarrollar esto.

5. Llamados a una fijación constante del precio al carbono. Este es el elefante en la habitación, ya que el gobierno de EU se ha resistido a esto (junto con China). 

La cosmovisión

La COP26 es una reunión de líderes gubernamentales, pero eso no ha impedido que la comunidad empresarial participe en el acto. Decenas de directores ejecutivos están volando a Glasgow esta semana, y los principales grupos de cabildeo empresarial de EU, Europa, Canadá, México y Australia emitieron un “llamado a la acción”, con el que instan a los políticos a actuar juntos sobre el precio al carbono y otros asuntos.

Hemos visto una oleada de anuncios de reducción de emisiones por parte de las empresas y la Alliance of CEO Climate Leaders le dijo a los líderes mundiales: “No podemos hacerlo solos”.

Pero cualquier director ejecutivo que crea que tiene autoridad moral en cuestiones climáticas debe prestar atención a una nueva encuesta de Edelman, la firma internacional de relaciones públicas.

Apenas 29 por ciento de las 14 mil personas encuestadas en 14 países quieren que las empresas tomen el liderazgo para abordar el cambio climático, en comparación con 46 por ciento que ve esto como una tarea para los gobiernos.

Tal vez algo peor, solo 46 por ciento de los encuestados confía en que las firmas hagan lo correcto para abordar el cambio climático. Eso está por debajo del número de personas que confía en los gobiernos. También choca con las conclusiones anteriores de Edelman de que las empresas son más confiables que los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales o los medios de comunicación.

Esa desconexión sugiere una sospecha específica de las respuestas de las empresas al cambio climático, dice Richard Edelman, director ejecutivo de la consultora que lleva su nombre. “La confianza en los directores ejecutivos aumentó en una gran variedad de cosas, pero… simplemente no se confía en los directores ejecutivos en esto”, advierte. “Es un voto de desconfianza a las empresas”.



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