La sequía de Brasil y los problemas de exportadores de café dispararon sus precios

FT MERCADOS

Los precios del café aumentaron debido a que las cosechas de Brasil se dañaron por la peor sequia en casi un siglo.

Los precios del café aumentaron debido a que las cosechas de Brasil se dañaron por la peor sequia en casi un siglo.
Emiko Terazono y Alex Hamer
Ciudad de México /

Un aumento en los precios de los granos de café sin tostar pronto podría comenzar a filtrarse en los costos que pagan los consumidores por su dosis diaria de cafeína, en la señal más reciente de cómo los mercados de materias primas están afectando a la economía global más general. 

Los precios de los granos de café en los mercados internacionales se dispararon ya que las cosechas de Brasil, el principal productor, resultaron dañadas por la peor sequía en casi un siglo, lo que llevó a la primera escasez de suministro en el mercado en cuatro años. Las protestas contra el gobierno en Colombia detuvieron las exportaciones a principios de este año, lo que provocó un nuevo aumento. 

A principios de junio, la referencia de futuros en Nueva York para el arábica, el grano de café de gama alta, alcanzó un máximo de cuatro años y medio de casi 1.70 dólares por libra, casi 70 por ciento más en comparación con el año anterior. Los precios desde entonces cayeron a alrededor de 1.50 dólares por libra, algo que todavía representa un marcado incremento en comparación con 2020. 

La sequía devastadora “realmente tuvo un impacto significativo en las cosechas de café este año”, dijo el jefe de estrategia de Saxo Bank, Ole Hansen. 

Otras materias primas como el mineral de hierro, el maíz y el petróleo también aumentaron de precio este año, algo que los economistas dicen que llegará a la economía en general a medida que los productores aumenten los precios que cobran a los consumidores. 

Los tostadores y los compradores de café suelen tener contratos a plazo con sus proveedores, algo que los aísla de la volatilidad de precios durante cerca de tres a nueve meses. La escasa demanda de café por parte de las cafeterías y los restaurantes debido a los confinamientos también significa que tal vez todavía tengan algo de inventario disponible. 

Sin embargo, cuando esos acuerdos de precios llegan a su fin y las economías se abren, muchos tostadores que buscan firmar nuevos acuerdos de compras a precios del grano marcadamente más altos, lo que tal vez se transfiera a los clientes de los supermercados o de las tiendas de café, dicen los analistas. 

El Dato...

1.70 dólares

Por libra fue el precio que registró el índice de referencia de futuros en Nueva York para el arábica, el grano de café de gama alta

“Todavía estamos entregando café de contratos anteriores. Es el siguiente conjunto de entregas el que va a comenzar a ser más caro”, mencionó Stephen Hurst, fundador de Mercanta, que comercializa granos especializados para tostadores de gama alta. 

Para las cafeterías, el aumento de los precios del café se sumará a los salarios y otros costos, que están aumentando. Sin embargo, el costo del café representa una pequeña parte de un cappuccino o un latte que se vende en una cafetería, siendo el alquiler y la mano de obra lo que habitualmente representa más de la mitad del costo. 

Algunos tostadores y minoristas de café tal vez esperen a ver cómo se desarrolla la recuperación económica después de la pandemia y cómo se recupera la demanda del consumidor antes de cambiar los precios. Si bien la demanda de café en casa subió en medio de los confinamientos, diezmó las ventas de restaurantes y cafeterías, especialmente los que dependen de los trabajadores de oficina. 

Nespresso, la división de café premium de Nestlé, dijo que en Estados Unidos adopta un enfoque de esperar y ver cuánto tiempo se sostienen los precios altos en el mercado de granos de café.

Por el lado de la oferta, si bien se proyecta que la actual cosecha brasilia sea mala, la cosecha récord del país en temporadas anteriores significa que productores y exportadores todavía tienen inventarios en los almacenes, mencionó Carlos Mera, analista de Rabobank. 

Sin embargo, los grandes cuellos de botella logísticos provocados por los problemas con el transporte marítimo llevaron a los productores y exportadores a aferrarse a sus inventarios. La escasez de contenedores y barcos causó un retraso de los envíos de cargamentos de materias primas y otros bienes, y los envíos que normalmente tardan de cuatro a seis semanas, por ejemplo, están demorando el doble, según los comercializadores de café. 

En Colombia, por ejemplo, se espera que la producción no se vea afectada por los estragos del coronavirus, pero debido a los problemas logísticos nacionales e internacionales, los flujos de exportación “necesitarán al menos dos meses hasta que las cosas vuelvan a la normalidad”, mencionó Roberto Vélez, director ejecutivo de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. 

La incertidumbre también persiste sobre los hábitos de compra de los consumidores a raíz de la crisis sanitaria. Marex, el corretaje de materias primas, esperaba que el consumo de café después de la pandemia repuntará este año, “pero no a la trayectoria anterior a la pandemia”. “La demanda es la gran interrogante”, dijo Hurst de Mercanta.


srgs

LAS MÁS VISTAS