El cambio a la energía renovable sacudió a Siemens, en tan solo cuatro años, la contribución de su división de energía y gas a las utilidades netas de la empresa pasó de 30% a 4% en su segundo trimestre del año. Aún así, el miércoles pasado, el precio de las acciones del conglomerado alemán subió 4% después de la presentación de sus resultados. Eso fue una señal de que el resto del negocio industrial puede compensar los problemas de la compañía.
La capacidad de Siemens para mantenerse estable se debe, en gran medida, al espectacular crecimiento de su división digital. Durante la última década creció por medio de adquisiciones, convirtiéndose en líder en la automatización de operaciones industriales y similares.
Este segmento de alto margen representó 26% de las utilidades en el segundo trimestre del año. Al tener en cuenta que se espera que el mercado potencial tenga un crecimiento de 8% anual, las perspectivas de la empresa se ven bien.
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Su operación digital podría tener un valor de 52,218 millones de dólares (mdd), un tercio del total de la empresa. Berenberg le da una valoración de 16.5 veces el pronóstico para 2019 de ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización.
La suma de las partes es poco menos de un cuarto más alta que su valor empresarial de 124,946 mdd.
Hay que reconocer que, hasta cierto punto, Siemens pudo abordar este descuento al dividir —pero manteniendo participaciones mayoritarias— sus unidades de energía eólica y de salud. Podría hacer más. Siemens tal vez necesite vender totalmente estas participaciones, o incluso el negocio de la energía y el gas. Aún después de una caída de 14% en el precio de sus acciones durante el año pasado, los inversionistas verán valor de todos modos.