Rolls-Royce dijo que las utilidades subyacentes alcanzarán el extremo superior estimado en 2018, aun cuando los costos para resolver los problemas con el motor Trent 1000 y un programa de reestructuración llevó a la firma a una pérdida estatutaria de medio año.
Warren East, director ejecutivo, dijo que los resultados financieros superaron las expectativas de la dirección, y al parecer los inversionistas están de acuerdo.
La firma británica de ingeniería reportó pérdidas antes de impuestos de mil 300 millones de libras en los seis meses hasta el 30 de junio, en comparación con una utilidad de mil 400 millones en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, los ingresos subieron 12 por ciento para llegar a 7 mil 500 mdl.
Analistas de Berenberg describieron los resultados como un “desempeño sólido” que superó las expectativas del mercado. “En general, opinamos que esta es una actualización positiva con mayores avances en la operación subyacente”, escribieron.
Como reflejo de la mejora en las perspectivas, Rolls-Royce elevó su pronóstico de la utilidad operativa subyacente para este año a entre 400 y 500 mdl, en comparación con la directriz anterior de entre 300 millones y 500 millones de libras. El flujo libre de efectivo, una medida que observan estrechamente los inversionistas, se espera que sea de entre 450 millones y 550 millones de libras, en comparación con el rango anterior de entre 350 millones y 550 millones de libras.
“Se dio un fuerte crecimiento en (las operaciones para el sector) aeroespacial civil y los sistemas de energía y logramos una serie de hitos operativos y tecnológicos”, dijo East.
El panorama de confianza puede dejar tranquilos a los inversionistas de que una reforma organizacional y los esfuerzos para la reducción de costos que busca East, a quien nombraron en 2015 tras una serie de advertencias de utilidades, comienzan a dar frutos. A medida que la producción sube a niveles récord, Rolls-Royce recorta 4 mil 600 empleos, eliminando cerca de 10 por ciento del personal de administración y apoyo.
Los problemas con piezas que se desgastan prematuramente en lotes del motor Trent 1000, que impulsa al Boeing 787 Dreamliner, obligaron a Rolls-Royce a realizar costosas inspecciones y reparaciones, así como a rediseñar algunos componentes. Esto llevó a asumir un cargo excepcional de 554 mdl en el periodo de medio año.
Las medidas correctivas ahora costarán en general alrededor de mil 300 mdl, por encima de los aproximadamente mil millones que los analistas esperaban. Sin embargo, la compañía dijo que todavía estaba en camino de lograr su objetivo de más de mil millones de libras en flujo de efectivo disponible —el dinero que sobra después de los gastos para regresar a los inversionistas, pagar deudas o gastar en acuerdos— para 2020.
“Las malas noticias del Trent 1000 se ven compensadas por un buen avance en los parámetros que realmente importan a la historia de las acciones”, dijo Sandy Morris, analista de Jefferies.
Durante el medio año, la división de Rolls-Royce que suministra motores para aviones civiles experimentó un fuerte incremento en los ingresos subyacentes sobre una base orgánica a medida que disminuyeron las pérdidas operativas. Las ventas y utilidades subieron en su unidad de sistemas de energía que fabrica motores diésel para los camiones de minería, trenes y buques de guerra, mientras que las utilidades se redujeron marginalmente en su división de defensa.
Michael Pooler, reportero de industria.
Supera Rolls-Royce su estimado de ganancia
FINANCIAL TIMES
La utilidad operativa subyacente para 2018 oscila entre 400 millones y 500 millones de libras, desde 300 millones.
Ciudad de México /
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