Taylor Swift alguna vez reflexionó en su canción The Man, que le respetarían más sus logros artísticos si fuera del sexo opuesto. “Dirían que me esforcé, que trabajé mucho/No moverían la cabeza y se preguntarían ¿cuánto de esto merezco?
”Dicho esto, o cantado, ella no muestra señales de estar desanimada. Conocí el adictivo talento de Swift, cuando estrenó su segundo álbum Fearless hace 15 años. Nunca se me ocurrió que una cantautora de country pop conquistaría el mundo de la música: Yo también la subestimé.
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Taylor Swift pronto va a concluir la etapa estadounidense de su gira Eras, con una temporada de seis noches de conciertos en Los Ángeles. Cientos de miles de sus fans viajaron en avión a las ciudades, llenaron los hoteles y restaurantes y gastaron en promedio mil 300 dólares: el Banco de la Reserva Federal de Filadelfia le da el crédito de que mayo fuera el mejor mes para los hoteles de la ciudad desde la pandemia.
Se calcula que la cantante recaudó 13.6 millones de dólares (mdd) por concierto y, en promedio, a cada uno de ellos asistieron casi 54 mil personas. Swift todavía no termina: ahora pasará a la etapa mundial, que terminará en Londres el próximo verano, para la que millones de Swifties que han intentado comprar boletos en línea. Eras podría convertirse en la primera gira musical de mil mdd, superando los 939 mdd del Farewell Yellow Brick Road de Elton John.
Es un fenómeno, pero no un accidente. Si bien Swift no podía saber que lograría todo esto a los 33 años, puso las condiciones. “Algún día seré lo bastante grande para que no me puedas criticar/y todo lo que vas a ser es ser malo”, cantaba en Mean. Un crítico cruel la molestó, pero siempre tuvo la determinación de lograr su independencia empresarial.
Si alguien tiene que controlar el espectáculo de Taylor Swift, ¿por qué no ella? Esa idea se le ocurrió cuando era joven, y no oculta que está decidida a liberarse.
“Mereces ser la dueña del arte que haces”, declaró en una acalorada batalla sobre quién era el propietario de los masters de sus primeros álbumes.
La intuición más sutil de Swift fue darse cuenta del valor de comunicarse directamente con sus fans a través de las redes sociales y de ingeniosas bromas. Sus superfans acuden a los conciertos con los brazaletes de la amistad de su tour, en los que figuran largos acrónimos de sus coros y puentes.
De este modo, convirtió su genio musical en una de las marcas más importantes del mundo directa -a los- fans. “El fandom es cada vez más importante para la música en vivo”, dice Kriss Thakrar, de Midia Research. Muchas de las personas que asisten a conciertos dicen que están dispuestos a desplazarse a otra ciudad para ver a su artista favorito.
Es posible que Swift se esté beneficiando de un renacimiento musical posterior a la pandemia, ya que los fans acuden en masa a los eventos en vivo. También es posible que esté experimentando el efecto “el ganador toma todo”, al convertirse en una de los artistas más importantes del mundo: no importa en cuántos lugares actúes, la demanda será insaciable. Pero una cosa de lo que no se le puede acusar es de no esforzarse y trabajar duro
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