Tensión comercial China-EU ocasiona problemas laborales

FINANCIAL TIMES

Caída. La reducción que se ha presentado en las contrataciones este 2018 tiene un marcado contraste con 2017 cuando era sumamente fácil encontrar empleos incluso temporales, pero bien remunerados.

Los trabajadores piden mejores salarios. (Reuters)
Yuan Yang y Nian Liu
Shenzhen /

Frente a Sanhe Human Resources Market en Shenzhen, uno de los sitios de contratación más grandes de China para mano de obra temporal, un grupo de hombres expresan su enojo de no poder encontrar un trabajo decente.

“No hay pedidos en las fábricas, estas fábricas producen para EU”, de acuerdo con un trabajador, quien solicitó permanecer en el anonimato.

“Ahora que China está peleando esta guerra comercial con EU, nos mata esta política estatal”, dijo otro.

La caída en las contrataciones de empleo se encuentra en un marcado contraste con el periodo alegre del año pasado, cuando era “endiabladamente fácil encontrar trabajo”, dijo otro trabajador temporal.

Todos se apresuraron a atribuir la causa a la imposición de aranceles entre Estados Unidos y China que comenzó en julio y que sigue en aumento. Los trabajadores y los reclutadores en el sitio se quejaron de la desaceleración en los empleos de fábricas y trabajo temporal este año en Shenzhen y sus alrededores, el centro de fabricación y exportación de la economía de China.

Wei Changyong, de Nanchang, a 800 kilómetros al norte de Shenzhen, busca trabajo en la ciudad del sur de país. “Este año es más difícil que antes”, dijo. “Si lees las noticias, sabrás que es la guerra comercial entre China y EU y que hay menos pedidos de lo normal en las fábricas”.

A pesar de que la escasez en el mercado laboral es normal en los meses previos al día feriado del año nuevo lunar de China, que comienza en poco más de dos meses, los trabajadores y reclutadores consideran que este año ha sido particularmente difícil.

Los trabajadores de más edad incluso consideran que la escasez de empleos es peor de lo que habían visto en los últimos 10 años, incluso durante la crisis financiera mundial.

La economía de China comenzó una desaceleración incluso antes del inicio de la guerra comercial, en parte debido a un intento a largo plazo para desinflar las burbujas en los sectores de finanzas y de vivienda.

Pero en los últimos meses se registra una desaceleración más fuerte. En noviembre, las ventas minoristas crecieron al ritmo más lento en 15 años, mientras que la producción del sector de fabricación fue la más débil en casi tres años.

“Las provincias de Guangdong y Jiangsu están en la primera línea de fuego de la guerra comercial”, dijo Jonas Short, jefe de Everbright Sun Hung Kai en Pekín, un banco de inversiones.

“La importancia del empleo ganó impulso en los últimos meses en los discursos del gobierno, pero para los trabajadores migrantes como estos, el gobierno no tiene un plan tan claro sobre qué hacer con respecto a los despidos”.

Si bien las cifras nacionales quedaron por debajo de las expectativas de algunos analistas y de los nerviosos mercados, es probable que el impacto de la desaceleración en las regiones costeras de China orientadas a la exportación sea aún peor.

Sin embargo, en algunos casos los datos oficiales dejaron de captar el impacto regional.

En noviembre, el gobierno de la provincia del sur de China de Guangdong, que incluye a Shenzhen y es la mayor fuente de exportaciones de China, dejó de publicar los datos que miden las expectativas de crecimiento de los fabricantes.

El gobierno central dijo la semana pasada que Guangdong estuvo recopilando datos de manera “ilegal” y que no presentó para su aprobación a escala nacional el índice de gerentes de compras de fabricación.

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EL PROBLEMA SE EXTENDERÁ A 2019
El impacto será más obvio el próximo año y se extenderá desde Shenzhen hasta el interior del continente”, dijo Chang Kai, profesor de estudios laborales en la Universidad Renmin de China. Agregó que los problemas del mercado laboral incluso han afectado las industrias que surgieron alrededor del mercado, donde los reclutadores se dirigen a los jóvenes que cruzaban el estacionamiento frente al mercado, esperando encontrar a alguien dispuesto a trabajar por 19 yuanes (2.75 dólares) por hora en las fábricas de Foxconn, sin éxito.

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