Variante ómicron presiona a la mano de obra nipona de Toyota

Los cierres fronterizos llegan en un mal momento para la compañía, pues a la escasez de suministros se suma la de trabajadores extranjeros

Japón cerró su territorio a los turistas internacionales para frenar contagios. Franck Robichon/EFE
Financial Times
Londres /

Japón cerró sus fronteras a los visitantes extranjeros con la esperanza de mantener alejados a los viajeros que portan la variante ómicron. La medida llega en un mal momento para Toyota. Su producción de coches cayó más de un cuarto en octubre en comparación con el año anterior. La escasez de suministros, que comenzó con los chips, ya se extendió a componentes de menor tecnología y a la mano de obra. 

La producción cayó por tercer mes consecutivo y las ventas se redujeron en una quinta parte. Hasta ahora, Toyota había resistido mejor que algunos grupos automotrices rivales gracias a sus existencias de microprocesadores y a su sólida cadena de suministro local. Pero el grupo —y sus proveedores japoneses— están expuestos al sudeste asiático para otras piezas y para la producción. 

La aparición de la nueva variante altamente infecciosa puede hacer que se repitan los cierres de las fábricas de Tailandia y Malasia que cerraron de manera temporal a principios de año. Mientras tanto, el cierre de las fronteras de Japón ahoga la mano de obra temporal que se utiliza para reforzar la mermada plantilla de Toyota en su país. 

La fuerza laboral japonesa está en declive estructural. Los trabajadores temporales se convirtieron en un elemento crucial para solucionar los desequilibrios de la oferta y la demanda después de que la población en edad de trabajar del país alcanzara su punto máximo en 1998. A menudo cubren los turnos de noche y los trabajos peor pagados, que no son populares entre la población local. En las encuestas de Toyota que se realizaron justo antes de la pandemia se reveló que los trabajadores vietnamitas eran comunes en toda la cadena de suministro. Solo en la categoría de “pasante en prácticas” había 6 mil 300 trabajadores extranjeros en los proveedores de primer nivel. 

Los fabricantes japoneses duplicaron las primas de contratación y aumentaron los salarios en una décima parte, pero esto todavía no ayuda a resolver la escasez de mano de obra. Se espera que el país anuncie estrictas restricciones a la llegada de extranjeros a partir del martes, incluidos nuevos trabajadores y estudiantes extranjeros.

La escasez de mano de obra y piezas no son la única amenaza para los márgenes. Toyota realiza fuertes gastos para ponerse al día con los coches eléctricos alimentados por baterías, después de que los vehículos de pila de combustible demostraran ser un callejón sin salida para el transporte personal por carretera.

Las negociaciones de agosto con el proveedor local Nippon Steel resultaron en grandes aumentos de precios para el grupo automotriz, según reportes. Las acciones, que aumentaron 44 por ciento en el último año, suponen una valoración de 9 veces los ingresos futuros. Esto representa una prima de dos tercios con respecto a Volkswagen, otro grupo automotriz tradicional tan grande como para aguantar la transición a los vehículos eléctricos. Esta prima es injustificada dada la dependencia que tiene el grupo automotriz nipón de los componentes y del personal contratado del sudeste asiático.



LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.