Volvo Cars instalará cámaras en todos sus autos para detectar si los conductores han bebido o están utilizando su teléfono, en un intento por eliminar los accidentes de tránsito mortales en los que se ven involucrados sus vehículos.
Los autos del grupo sueco se van a programar para reducir la velocidad o incluso se van a detener y estacionar si los conductores no responden a las indicaciones.
El sistema, que se va a desplegar a principios de la década de 2020, detectará volantazos, falta de control de dirección, si el conductor tiene los ojos cerrados o si mira hacia abajo constantemente, o si sus tiempos de reacción son lentos.
El anuncio, que se produce 60 años después de que Volvo introdujo los cinturones de seguridad obligatorios en sus coches en 1959, es parte de un compromiso de que nadie morirá o quedará gravemente lesionado en uno de sus vehículos a partir de 2020.
“Tal vez la gente nos va a considerar como un gran hermano, pero si salvamos algunas vidas, entonces vale la pena”, dijo Håkan Samuelsson, director ejecutivo de Volvo Cars.
CLAVES
POR EL TELÉFONO
Las muertes en carreteras registran un ascenso global por el uso de celulares al conducir.
INTOXICADOS
La intoxicación causa un tercio de los accidentes de tráfico en EU.