Volvo reducirá su gama si Reino Unido se aleja de las reglas de la Unión Europea

FINANCIAL TIMEX

Hakan Samuelsson dijo que no valdría la pena el costo de certificar algunos coches para el mercado británico si las normas difieren drásticamente de las de la Unión Europea.

La marca de automóviles Volvo.
Peter Campbell
Daventry /

Volvo se verá obligado a reducir su gama de modelos de Reino Unido si Gran Bretaña se aparta significativamente de las normas de la Unión Europea después del brexit, advirtió el director ejecutivo del grupo automotriz.

Hakan Samuelsson dijo que no valdría la pena el costo de certificar algunos coches para el mercado británico si las normas difieren drásticamente de las de la Unión Europea. Los comentarios marcan la primera vez que el jefe de un importante grupo automotriz advierte sobre la reducción de las opciones de los consumidores si Gran Bretaña sigue adelante con los planes para forjar sus propias normas.

“Si eso llega a ocurrir, será muy negativo, el número de coches para los consumidores del Reino Unido se estima mucho menor que hoy”, dijo, y agregó que sería “muy, muy caro” hacer que los autos cumplan con un nuevo conjunto de reglas.

El fin de semana pasado, Sajid Javid, el canciller de Hacienda de Reino Unido, dijo al Financial Times que Gran Bretaña tenía la intención de separarse de las regulaciones de la Unión Europea, convertirse en un “regulador” y obligar a las empresas a “adaptarse” a un nuevo entorno.

Los comentarios provocaron alarma en algunas partes de la comunidad empresarial y se vio obligado a aclarar el jueves que Reino Unido sólo quería la libertad de establecer sus propias normas, y no buscaba abandonar deliberadamente las directrices de Bruselas.

Steve Barclay, secretario del brexit, dijo el domingo en el programa Andrew Marr de la BBC que a Gran Bretaña le interesa particularmente establecer sus propias reglas en áreas de nueva tecnología “donde queremos movernos rápidamente”, pero minimizó la idea de que el Reino Unido se va a apartar demasiado de las reglas actuales. “No vamos a apartarnos por el simple hecho de hacerlo”, dijo.

Más de 2 millones de automóviles se importan a Reino Unido al año, y dos tercios provienen de Europa.

Los automóviles británicos tienen los mismos estándares que los vehículos de la Unión Europea, pero si las reglas del Reino Unido cambian significativamente después del brexit, los grupos automotrices se verán obligados a pagar por pruebas de choque adicionales y sistemas de emisiones a medida para que estas cumplan, algo que potencialmente costaría millones a cada compañía y les poner en duda el viabilidad de atender el mercado de Reino Unido.

Samuelsson dijo que un sistema en el que Gran Bretaña aceptara las normas de la Unión Europea y las suyas permitiría a las automotrices continuar vendiendo vehículos en el mercado sin costos adicionales.

Los autos que vendieron en el Reino Unido sumaron 56 mil el año pasado.

Dijo que está “decepcionado” de que el Reino Unido no votara para permanecer en la Unión Europea y que el bloque es más débil sin Gran Bretaña, y agregó que Suecia, su país natal, y el Reino Unido a menudo votaron en la misma línea sobre temas clave.

Volvo, propiedad de Geely de China, vendió el año pasado un récord de 700 mil vehículos en todo el mundo, cifra que incluye 56 mil en el Reino Unido, el mejor año para la marca sueca desde 1990.

En una entrevista que también abarcó el tema de los vehículos eléctricos y las ambiciones del grupo automotriz de que una cuarta parte de sus automóviles sean híbridos este año, Samuelsson dijo que la guerra comercial global alcanzó un “cese al fuego” pero que todavía no llegan a un “tatrado de paz”.

Volvo tiene plantas en Europa, China y EU, y se vio obligado a reubicar parte de su producción en respuesta a la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Subrayó que los países o bloques comerciales que imponen aranceles a los vehículos importados para proteger sus propias industrias “no son muy inteligentes”, señalando a China y Europa por imponer gravámenes a los vehículos que se fabrican en el extranjero.

Mientras que la Unión Europea cobra 10 por ciento sobre los automóviles que ingresan y los aranceles de China son de 25 por ciento, los gravámenes de EU son mucho menores, de 2.5 por ciento.

Estados Unidos es un mercado más abierto”, agregó. “No deberíamos ir en la dirección de 25 por ciento sino en la dirección de 2.5 por ciento o, mejor aún, de cero”. 


LAS MÁS VISTAS