Dos agencias antimonopolio de Estados Unidos propusieron directrices sobre fusiones que suponen una postura más dura contra el capital privado y el sector de tecnología, en un momento en que la administración Biden intenta tomar medidas enérgicas contra los comportamientos anticompetitivos.
Los 13 proyectos de directrices publicados por el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio (FTC, por su sigla en inglés) abordan una serie de prácticas, como las adquisiciones de participaciones minoritarias que pueden dañar la competencia y las fusiones que pueden reducirla para los trabajadores y suprimir los salarios.
Las agencias solicitarán comentarios públicos sobre las propuestas durante 60 días antes de su implementación definitiva.
La actualización se produce en respuesta a una orden que firmó el presidente Joe Biden en 2021 para hacer frente al poder de las corporaciones en EU. En ella se le ordena a la FTC y al Departamento de Justicia que reescriban sus directrices para las empresas sobre el modo en que las agencias pretenden hacer cumplir las leyes antimonopolio en caso de fusiones.
Jonathan Kanter, jefe de la división antimonopolio del Departamento de Justicia, dijo que es “vital” adaptar las herramientas de aplicación “para mantener el ritmo de manera que podamos proteger la competencia de una forma que refleje las complejidades de nuestra economía moderna”.
“En pocas palabras, la competencia en la actualidad es diferente de lo que era hace 50 o incluso 15 años”, añadió.
Lina Khan, presidenta de la FTC, declaró que las agencias están “actualizando nuestro manual de aplicación para reflejar las realidades de cómo las empresas hacen negocios en la economía moderna”.
- Te recomendamos Trump sugiere al Congreso iniciar juicio político contra Biden Internacional
Aunque no se señala ningún sector, algunos de los principios del borrador son relevantes para la industria de tecnología y los grupos de adquisiciones de empresas. Khan y Kanter, funcionarios antimonopolio progresistas nombrados por Biden, ya adoptaron una postura de aplicación más dura, y prometieron tomar medidas enérgicas contra las conductas contrarias a la competencia en las grandes compañías de tecnología y el capital privado.
Una de esas medidas se refiere a las fusiones que forman parte de una serie de adquisiciones. Las nuevas directrices dictan que las agencias pueden considerar toda la serie, en lugar de individual.
Según la propuesta, “una empresa que lleve a cabo una patrón o estrategia anticompetitiva de múltiples adquisiciones pequeñas” en la misma línea de negocio puede violar las leyes antimonopolio, aunque ninguna operación individual perjudique a la competencia. Las agencias también podrán examinar “el historial y los incentivos estratégicos actuales o futuros” del comprador.
Las directrices son “independientes del modelo de negocio” y se enfocan en “escenarios cada vez más comunes”, según un alto funcionario del Departamento de Justicia, que citó como ejemplo de “tendencia cada vez más frecuente” las estrategias de los grupos de capital privado de apoderarse de partes de algunos mercados mediante una serie de adquisiciones.
Estas adquisiciones en serie también pueden producirse en el sector de tecnología, en el que los acuerdos hasta ahora “habían pasado desapercibidos (para el regulador)”, según un alto funcionario de la FTC.
Las nuevas directrices también se enfocan en los mercados y plataformas digitales con “características que pueden exacerbar o acelerar los problemas de competencia”. La FTC y el Departamento de Justicia tratarán de garantizar la competencia entre plataformas y en ellas, así como de abordar cualquier esfuerzo por desplazar a una plataforma específica.
Las agencias llegarán a examinar una adquisición si “le dificulta a los consumidores elegir entre diferentes plataformas” o si “permite a una empresa dominante privar a sus rivales de los efectos de aumentar de tamaño o de red”, dijo un alto funcionario.
Las actualizaciones de las directrices sobre fusiones se producen semanas después de que los organismos propusieron nuevas reglas de notificación de fusiones que, según los expertos jurídicos, pueden afectar a las empresas de capital privado, pues las obligarán a presentar una información más amplia.
La administración Biden emprendió una serie de acciones de cumplimiento contra el capital privado y las grandes compañías de tecnología. Por ejemplo, el Departamento de Justicia demandó a Google por su posición dominante en la publicidad digital.