Para la industria de vehículos pesados, la flexibilidad en las reglamentaciones uniformes será la clave para cumplir con el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y los nuevos retos que impone en materia laboral, de contenido de acero y aluminio, anticipó Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact).
Las reglamentaciones uniformes, que son la interpretación, aplicación y la forma de administrar las reglas de origen del capítulo 4 del T-MEC, ofrecen cierta flexibilidad para promediar las cifras que se tienen que cumplir.
“Se va a requerir de un enorme esfuerzo para cumplir con el contenido laboral y el requisito más complicado es el acero y aluminio, por el análisis a micro detalle que se tiene que hacer de todos los componentes y su contenido de las fracciones arancelarias, por las compras que se deben de hacer de todos los fabricantes de equipos originales”, dijo en entrevista con MILENIO.
Contenido Laboral
El T-MEC establece en las reglas de origen específicas que para que un vehículo pesado sea considerado como originario deberá tener un valor de contenido laboral de 45 por ciento; este porcentaje del vehículo deberá ser producido por trabajadores con un sueldo “alto”, de 16 dólares la hora o más.
“En México no se fabrican motores a diésel nuevos, las plantas son de remanufactura de motores, el componente de mayor valor del vehículo proviene de EU, prácticamente se ratifica que los motores van a tener que venir de un país de altos salarios” explicó.
Tratado no mitigará crisis
El director general de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial, Luis Lizcano, dijo que pese a que el T-MEC será importante para el comercio, no mitigará los efectos negativos del virus, ya que es una crisis con una profundidad severa. En entrevista con MILENIO señaló que para este año caerán 30 por ciento las exportaciones mexicanas de este sector al mundo, la primera baja en los últimos 10 años.
En NL, impacto por 38 mil mdp
La última encuesta de covid-19, que realiza la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León (Caintra), reveló que el impacto económico por el covid-19 y la menor actividad económica ascendió a más de 38 mil mdp a junio de 2020. En el acumulado a mayo la cifra era de 19 mil mdp.