Tras la crisis del covid-19, el Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a los países emergentes a construir economías más fuertes que las que tenían antes de la pandemia, tomando medidas para crear un acceso mejor y más equitativo a la atención médica y la educación, fortaleciendo la infraestructura pública y capacitando a los trabajadores desplazados, así como a desarrollar la resiliencia al cambio climático y dirigir la digitalización para un crecimiento inclusivo.
En un documento, refirió que el covid-19 ha causado más pérdidas de vidas humanas en países con sistemas de salud y redes de seguridad social débiles y provocado mayores pérdidas económicas en los sectores orientados a los servicios y entre los trabajadores no calificados, jóvenes y mujeres.
Ante esta situación, el FMI aseguró que para garantizar una recuperación sostenida que no deje a nadie atrás, se debe contener el aumento de la desigualdad y la pobreza, así como reducir la informalidad, que representa entre un cuarto y un tercio de la economía de la mayoría de los mercados emergentes.
Explicó que la crisis fue un doloroso recordatorio de la importancia de fortalecer la salud económica en tiempos de paz y los mercados emergentes pronto necesitarán comenzar a reconstruir los amortiguadores fiscales, externos y macrofinancieros para prepararse para la próxima crisis, lo que significa restablecer las reglas fiscales y restaurar los estándares de regulación financiera, que se dejaron de lado durante la pandemia, y reconstruir las reservas externas si se están agotando.
Prioridades
El organismo internacional señaló que las prioridades variarán y deberán abordarse sin perjudicar las perspectivas de crecimiento, pero se debe considerar aumentar la capacidad fiscal para el gasto en servicios públicos donde las redes de seguridad son débiles, tomar medidas para reducir la deuda y la acumulación de deuda (consolidación fiscal), donde la carga de la deuda soberana es alta y endurecer políticas macroprudenciales sobre instituciones financieras donde los riesgos para la estabilidad financiera son elevados.
Además, los gobiernos de muchos mercados emergentes deberán equilibrar diferentes objetivos, como aumentar el gasto en inversión pública y seguridad social, mientras se reanuda la consolidación fiscal para mantener la deuda pública en una senda firme de descenso.
srgs