Las estaciones de servicio del Valle de Toluca cerraron los últimos meses del año con 25 robos de gasolina semanalmente, bajo la modalidad “cargas y te vas”, principalmente, en la zona de Boulevard Aeropuerto y las zonas limítrofes de los diferentes municipios como Metepec, San Mateo Atenco y Zinacantepec.
“A mi pegaron hace dos semanas, una camioneta blanca, con mil 800 pesos en Jesús Carranza a las 3 de la mañana. Piden el combustible y dicen, van a pagar con tarjeta, mientras la terminal punto de venta está hasta el otro lado”, detalló Jorge Luis Pedraza Navarrete, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gasolinas y Lubricantes (Adigal) del Valle de Toluca.
No solo de automovilistas, sino de motociclistas, que se han dado a la fuga por montos de 150 pesos -apuntó- la estrategia de cobro tienen que cambiar, aunque también se requiere del apoyo de los clientes, pues cuando se les intenta retener la tarjeta o las llaves para el cobro, algunos piensan mal y se molestan, “es un dilema”.
Recordó que algunos despachadores se apoyan para evitar que los clientes se vayan sin pagar, ya sea cuidando la unidad mientras uno de ellos cobra o bien yendo por las terminales, pero en ocasiones no es viable ni posible que más de dos personas atiendan a un solo cliente, pues el servicio se torna lento.
“Algunos compañeros han sugerido la instalación de poncha llantas para evitar que los automovilistas se vayan sin pagar, pero al analizarlo detenidamente la inversión sería muy alta y en algunos casos podría ser contraproducente si por error se activa en contra de un cliente inocente”.
Sostuvo que la iniciativa para sancionar de 5 a 10 años de cárcel este delito ha ido avanzando en el Congreso Local, gracias al impulso del diputado Braulio Álvarez Jasso, aunque de aprobarse el próximo año, seguirán apelando a la educación y conciencia de los clientes para que dejen de robarse descaradamente el combustible.
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Bajan robos de pipas en Edomex
Por otra parte, Pedraza Navarrete refirió que afortunadamente este año bajaron los robos de pipas en carreteras de la entidad, sin embargo, en el Arco Norte, bajando el entronque de Pachuca y el entronque de Puebla, así como la zona de Temascalapa, las cosas están un poco calientes.
Este año -dijo- se registraron entre seis y siete robos que, si bien son pocos en comparación con otros años, cada uno representa al menos medio millón de pesos, lo que cuesta una pipa pequeña.
“El Estado de México está muy cuidado porque tiene una gran afluencia por parte de la refinería de Tula, sin embargo, cuando algunos de los gasolineros tienen un robo, no solo preocupa el combustible, el operador o la unidad, pues recuperar los permisos de circulación y transportación es casi imposible ante la inactividad que tiene la Comisión Reguladora de Energía (CRE)”.
emg