Heineken, el fabricante de cerveza holandés, registró durante el primer semestre del 2022 un incremento del 22.3 por ciento en su beneficio neto, derivado del regreso de consumidores a bares y restaurantes.
Pero, pese a este beneficio neto de mil 270 millones de euros (mil 290 millones de dólares), el gigante cervecero se mostró preocupado ante las "perspectivas inciertas" debido al alza de los precios.
"Los consumidores vuelven a los bares y la demanda resiste por ahora, pese a la inflación que empieza a pesar en sus ingresos disponibles", estimó Heineken en un comunicado, congratulándose por la reanudación de la actividad, sobre todo en Europa y Asia.
Los ingresos en los seis primeros meses del año alcanzaron los 16 mil 400 millones de euros (16 mil 800 millones de dólares), un incremento de 37 por ciento respecto al año anterior, precisó el grupo.
La totalidad de las ventas de cervezas aumentó 7.6 por ciento en este mismo periodo.
La inflación galopante de los precios de la energía y las materias primas, agravada por la guerra en Ucrania, ha tenido un impacto en todo el mundo, justo cuando las economías empezaban a recuperarse tras la pandemia del covid-19.
El grupo holandés hizo hincapié en unos "precios del gas jamás vistos" hasta ahora, especialmente en Europa, donde Heineken está muy presente. "Las perspectivas se mantienen inciertas tanto para los consumidores como para nuestra rentabilidad", advirtió.
srgs