La última semana de marzo, empleados de Grupo Dival, operador de la cadena Hooters en México, se enteraron de que las ventas de las sucursales habían caído cerca de 70 por ciento y se esperaba que conforme incrementara el número de contagios de coronavirus y se implementaran nuevas medidas sanitarias, las ventas seguirían cayendo. Con ello, la compañía fundada en 1997 comenzó una serie de medidas para recortar personal.
Andrea (nombre cambiado a petición de la entrevistada) comentó a MILENIO que luego de siete años trabajando en la compañía fue notificada de esta medida. La promesa, como en otros casos, estaba en que debería firmar una carta de renuncia, a cambio de que una vez que acabaran las medidas de contingencia, podría recuperar su empleo.
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"Yo les dije que les firmaba si ellos me garantizaban por escrito mi reingreso inmediato y me dijeron que no. Después de buscar asesoría y ver que me iba a salir casi igual invertir tiempo en llegar a las instancias legales para ganar, decidí firmar. Me dieron un mes más de sueldo", expuso.
Cierre de Hooters
Hace una semana, ante la declaratoria de emergencia sanitaria en el país por Covid-19; Hooters anunció el cierre temporal de sus 21 sucursales; en un comunicado puso a disposición de los comensales la venta vía pick up y a través de plataformas de delivery.
Ernesto tenía trabajando dos años como gerente de diseño de las nuevas sucursales de la compañía. El 27 de marzo comenta que la empresa inició con el despido de 70 personas, a quienes les ofertó menos de la mitad de lo establecido.
"El director de recursos humanos comentó que se planea hacer recorte de hasta 400 personas debido a la situación y ante el contexto en el que estamos, es sumamente injusto que no hagamos nada", afirmó.
- “Ni siquiera nos pagaron la quincena”
Los ex empleados se han movilizado para tener asesoría; comentan que han buscado organismos públicos que los orientaran en términos de conciliación y procedimiento legal; sin embargo, se encontraron con oficinas vacías. La única instancia que les atendió fue la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), donde les dijeron que debían esperar a que todas las instancias abrieran.
"Había gente que sí necesitaba el dinero, porque ni siquiera nos pagaron la quincena. Antes de que empezaran los despidos ,en ejecutivo nos enteramos que los directores se habían reunido con el sindicato, por lo cual suponemos que llegaron a un acuerdo y no pudimos hacer nada con ellos", señalaron.
- "Me presionaron para firmar"
Alberto vivió una situación similar. Se encontraba de vacaciones y fue notificado el viernes 26 sobre su baja en el empleo en el que había estado por siete años. Sin embargo, al día siguiente tenía una cita en el médico, luego de detectarle una infección en la garganta y al ser considerado una persona de la población vulnerable ante el covid-19 (padece hipertensión) le recomendaron no salir de casa por dos semanas.
Así, la empresa resolvió enviar a otro de sus empleados para que hiciera válida su renuncia.
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"Me presionaron para firmar. Argumentaron que como ya me falta poco para jubilarme que firmara de lo contrario más adelante no me darían nada, que para empezar a tramitar mi jubilación tenía que estar dado de baja en el IMSS. Los demás hasta donde yo sé no firmaron", comentó.
Añadió que, como a otras personas, la compañía solo otorgó un mes de sueldo más la parte proporcional de su aguinaldo, sin tener en cuenta su antigüedad.
A la fecha, algunos de los ex colaboradores han llegado a acuerdos con la operadora para incrementar el monto que les han ofertado de inicio, pero afirman que el saldo sigue siendo menos de la mitad de lo que corresponden; otros, siguen en espera de una resolución con los amparos que han buscado.
GGA