El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) redujo sus proyecciones de crecimiento para México a un nivel históricamente bajo, de 0.6 a 0.4 por ciento para 2019; y de 1.4 a 1.2 para 2020, en un contexto donde el promedio de los últimos 20 años es de 2.2 por ciento y un nivel de 4 por ciento es muy ambicioso.
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“Crecer a 4 por ciento es un objetivo muy ambicioso, en los próximos años uno no ve cuáles pueden ser los motores que hagan que la economía de México crezca a esos niveles, pero sí se puede esperar que los ajustes que haya en la política económica generen una mayor tasa de crecimiento hacia el futuro, pero 4 por ciento en el corto plazo es desafiante”, dijo en entrevista con MILENIO el Economista en Jefe del IIF, Martín Castellano.
Explicó que al ser México una economía muy abierta, depende mucho de lo que sucede en Estados Unidos, además de que uno de los motores de crecimiento es el sector privado, más que el público; y las decisiones de consumo dependen mucho de la confianza, por lo que se necesita una política que la genere.
En este sentido, el economista indicó que si bien ha habido algunos cambios que han aumentado la confianza en ciertos sectores, con respecto a conocer cuál es la perspectiva de la política económica y la forma en la toma de decisiones, aún quedan algunos factores de incertidumbre, como la sostenibilidad de las finanzas públicas y de la política energética que genera desafíos importantes.
No obstante, considera que la ratificación del Acuerdo México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) ayudaría a reducir la incertidumbre en el país y posicionaría al país en una situación de ventaja, contra otras naciones que comercial y tienen inversiones con la mayor economía del mundo.
Política monetaria a favor del crecimiento en 2020
Para el próximo año, puntualizó Castellano, uno de los factores que podría detonar crecimiento es una política monetaria más expansiva, con la tasa de interés de referencia del Banco de México (Banxico) en niveles de 7.25 por ciento en 2019 y en 6.75 por ciento en 2020.
“Esperamos que la baja de tasas continúe este año y el año que viene, eso debería liberar recursos y propulsar la demanda”, indicó.
Sin embargo, aclaró, la política monetaria no es la única que genere crecimiento, se necesita el acompañamiento de otras medidas de política económica y el rol de la fiscal, con una política moderada y equilibrada, es importante para generar confianza, aunado al ámbito energético, que podría generar mayores niveles de inversión.
Importante señal del gobierno de respaldar a Pemex
Con respecto al plan de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex), el economista en Jefe para América Latina del IIF considera que es importante la decisión del gobierno y la señal de respaldar a la compañía a través de distintos mecanismos, pero las dudas provienen de la sostenibilidad de las política energética y de la posición financiera de Pemex.
“Creo que en el corto plazo podemos llegar a ver aumentos de producción, sobretodo por la inversión y lo que se pueda hacer en aguas someras y en tierra, pero después el nivel de inversión que se requiere, me parece que en algún punto va a llevar a que se revise la política energética en general porque la inversión privada va a hacer falta”, sostuvo.
Al preguntarle sobre las recomendaciones de los organismos internacionales, en el sentido de aplicar reformas estructurales, Marín Castellano resaltó que en México se han estado haciendo algunas, en el plano laboral y educativo, pero hay que ver su contenido y qué impacto tendrán en el crecimiento.
“Para que las reformas puedan ser sustentables en el tiempo, tienen que tener consenso de muchos actores; en el caso de México es más fácil porque el gobierno actual tiene la ventaja de tener apoyo en el Congreso y no necesita apoyo de otros partidos para aprobar leyes, pero es importante que estas reformas tengan un impacto positivo en el crecimiento y que generen un aumento de la inversión privada”, concluyó.
MRA