Luego de que en 2019 se registró un estancamiento de la economía mexicana, generado en gran parte por el subejercicio del gasto público, en 2020 se espera un ligero repunte, con un crecimiento entre 0.2 y 0.7 por ciento; sin embargo, será crucial que dicho gasto se eleve, pero con proyectos de infraestructura que no generen incertidumbre, aseguró Banco Base.
En conferencia con medios para conocer sus perspectivas económicas, la directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, explicó que en 2019 México estuvo en una fase recesiva, pero el gran acierto de la nueva administración fue el buen manejo de las finanzas públicas; no obstante, es necesario que en 2020 se generen proyectos que propicien un efecto multiplicador.
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En este sentido, puntualizó que la refinería de Dos Bocas es un proyecto que sí genera incertidumbre, pero sería un elemento que llevaría a que el estado de Tabasco saliera de la recesión en la que está.
Reforma fiscal, incertidumbre a inversión
Otro elemento relevante el próximo año será la reforma fiscal que la Secretaría de Hacienda pretende comenzar a trabajar; no obstante, indicó Siller, será un elemento que jugaría en contra de la inversión, dado que si no se detallan los efectos, empresarios pospondrían decisiones de inversión y eso prolongaría la debilidad de la economía.
Otros factores que pondrían en riesgo el crecimiento económico de México se relacionan con un retraso en la ratificación del Acuerdo México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC), debilidad de la demanda agregada, desaceleración económica en Estados Unidos, intensificación del proteccionismo comercial global, volatilidad en los mercados financieros, bajos precios del petróleo y una intensificación de la inseguridad pública.
GGA