Para el banco de inversión JP Morgan, es inevitable que la economía mexicana enfrente una “recesión técnica”, esto luego de conocer que el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) de mayo reportó un estancamiento respecto al mes pasado y una caída de 0.3 por ciento a tasa anual.
De acuerdo con el informe, la recesión (técnica) parece inevitable, pues los resultados del IGAE —una especie de producto interno bruto (PIB) mensual— estuvieron por debajo de sus expectativas.
“El aproximado del PIB de mayo no fue tan débil como se temía, al permanecer plano (0.0 por ciento) en el mes; sin embargo, quedó por debajo de nuestras expectativas de avanzar 0.1 por ciento, lo que hace que la actividad general siga un descenso anualizado cercano a 1.0 por ciento en el segundo trimestre”, explicó la institución.
El banco también ajustó a la baja sus expectativas de crecimiento para el segundo trimestre del año y lo colocó en 0.2 por ciento a una contracción de 0.5 por ciento.
“La economía ha estado débil desde hace algún tiempo y el aproximado del PIB de mayo actual lo encamina a generar un crecimiento negativo en el segundo trimestre, lo que sería equivalente a una recesión técnica”, advirtió.
Pese a esto, el banco aseguró que existen algunos aspectos que muestran que la debilidad económica no se distribuye de manera uniforme, concentrándose principalmente en las inversiones sensibles en sectores como la minería y, en particular, la construcción, algo que se puede mantener en el corto plazo.
Mencionó que los sectores que han mostrado mayor resistencia a la tendencia son el de la manufactura con un crecimiento anualizado de 2 por ciento al segundo trimestre y el sector de los servicios “que se despertó de su reciente estupor y arrojó un sólido 0.9 por ciento.
“Las exportaciones de manufacturas se redujeron en junio, pero solo después de importantes ganancias a principios del trimestre, y en realidad aumentaron 12 por ciento en el segundo trimestre. Las tendencias de fabricación serán una importante fuerza gravitatoria para el resto de la economía”, aseguró JP Morgan.
Además aseguro que desde una perspectiva política, los resultados del trimestre ejercen una presión sobre el Banco de México para cumplir con los recortes a la tasa de interés de referencia anticipados por mercado, además de los riesgos de estabilidad financiera como Pemex, calificación soberana, incertidumbre política, y el T-MEC.
“Así que ciertamente las noticias de crecimiento son bastante desalentadoras, pero no es tan grave como puede parecer”.
Será el 31 de julio cuando el Inegi publique la estimación oportuna del PIB para el segundo trimestre de 2019, que en el trimestre pasado se contrajo 0.2 por ciento respecto al último de 2018.
Y ADEMÁS
SE ATORAN EXPORTACIONES Y VENTA DE CRUDO
En junio las exportaciones mostraron una desaceleración al crecer solo 1.2 por ciento respecto al mismo mes de 2018; este incremento anual es el menor en tres meses, afectado por una caída de 20.4 por ciento en las ventas petroleras.
De acuerdo con la información publicada por el Inegi, el valor de las exportaciones de mercancías fue de 37 mil 949 millones de dólares, cifra que se integró por 35 mil 951 millones de exportaciones no petroleras y por mil 998 millones de petroleras.