Gobierno debe tomar medidas para que México no caiga en recesión: IP

De continuar la baja actividad económica y la insuficiente inversión, podría presentarse una inestabilidad macroeconómica, indicó el Ceeps.

El INEGI informó el crecimiento de la actividad económica del tercer trimestre del 2014
Ciudad de México /

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador debe tomar medidas pertinentes para no caer en recesión, la cual se define como el decrecimiento de la economía durante dos trimestres consecutivos; la evolución de los principales indicadores macroeconómicos apunta en esa dirección y no se puede descartar, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

En su análisis ejecutivo, el organismo indicó que la preocupación de caer en esta situación en poco tiempo se agudiza cuando se observan factores como la disminución de la inversión, de la producción de bienes y servicios, del consumo y del empleo, factores importantes para un buen desarrollo y crecimiento.

“La tendencia de la actividad económica es claramente descendente y no puede atribuirse a factores temporales. Es imprescindible que se tomen medidas efectivas a la brevedad para revertir dicha tendencia”, aseguró el organismo perteneciente al Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Advirtió que de no tomar medidas eficientes y claras hay peligro de que el magro crecimiento que la economía ha experimentado en los últimos años, y que recientemente se ha debilitado aún más, “se convierta en un estancamiento continuado y persistente o en recesión”.

Explicó que este riesgo es importante por sí mismo actualmente, pero puede derivar en mayores complicaciones económicas. “Sin duda, de persistir la baja actividad económica y la insuficiente inversión, podría presentarse una inestabilidad macroeconómica que lógicamente vendría a complicar más el entorno y abriría la posibilidad de un círculo vicioso de estancamiento o recesión con inestabilidad cambiaria y posiblemente de mayor inflación”.

Detalló que el riesgo de no contenerse la tendencia recesiva y sus consecuencias adversas por sí mismas, en el mediano plazo se sumen un descarrilamiento de las finanzas públicas por una imposibilidad de mantenerlas bajo control.

“Si eso llegara a suceder, se podría presentar una reversión de flujos de capital que a su vez desestabilizaría el tipo de cambio y resurgirían las presiones inflacionarias. Si este escenario se llegara a concretar, el resultado podría ser una crisis generalizada de la economía”, resaltó el organismo.

​MRA

  • Eduardo de la Rosa

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