En Nuevo León empiezan a escucharse los motores de arranque de la industria automotriz y de autopartes, la cual quedaría en esta misma semana, aunque reconocen que la reapertura será gradual, así como su recuperación.
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Fuentes cercanas a la armadora Kia Motors dijeron que la empresa ya cuenta con los lineamientos y están a la espera de la autorización para programar fecha, ya que harán un proceso de pre-arranque a fin de preparar materiales, abastos, personal y calibración de herramentales, lo cual estarían esperando que sea antes del 1 de junio, así como sus 14 proveedores de TIER1 y TIER2.
Por su parte, el Clúster Automotriz de Nuevo León reportó que ha reiniciado operaciones una gran parte de las 100 empresas que conforman la cadena de valor de la industria automotriz en la región de Norteamérica.
“Ya hay varias empresas que hicieron todo el proceso de evaluación, subieron su información a la página web del IMSS y recibieron su aprobación desde el jueves pasado para reabrir, otras tantas lo recibieron este fin de semana, algunas de ellas ya están operando y otras lo harán en estos días”, expresó Manuel Montoya, director del Clúster Automotriz de Nuevo León.
“La mayoría de las empresas lo han recibido, hay algunas pendientes”, añadió el directivo.
“Teníamos pedidos ya de Estados Unidos, entonces es importante iniciar para surtir esos pedidos (…) Las empresas han empezado a marchas forzadas para poder responder a los pedidos. Todo va a empezar lento, las mismas armadoras han empezado con volúmenes bajos, un turno, todo va a tomar su tiempo”, indicó.
Montoya aseguró que la gran mayoría de las empresas del sector implementó protocolos mayores a lo que estipuló la autoridad de Salud en México, dado que la industria automotriz siempre ha sido muy estricta. “Los protocolos de las empresas de autopartes son más exigentes”, señaló.
Se espera que los fabricantes de autopartes en México, que producen casi 40 por ciento de las piezas de automóviles importadas a Estados Unidos, reabran gradualmente durante el mes de junio.
Analistas del sector, mencionaron que, en Estados Unidos, se está dando un alto absentismo, un elemento que preocupa, ya que muchas compañías estadunidenses temen que los trabajadores no se presenten porque no tienen servicios de cuidado infantil o temen contraer el virus.
Refirieron que, si la reapertura va según lo planeado, aún existe la posibilidad de que ocurran nuevos brotes y se cierren las líneas de fabricación nuevamente, restableciendo todo el proceso.