La era de la energía renovable

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El aumento de la energía solar y eólica marca un cambio hacia las fuentes de bajo carbono, en medio de los esfuerzos para mitigar el calentamiento global.

La industria de energías limpias ha crecido por la reducción de costos y el compromiso global contra el cambio climático (Shutterstock).
Leslie Hook
Ciudad de México /

Cuando los economistas de BP publicaron su revisión anual de la energía en el mundo, el estudio reveló una estadística sorprendente: el año pasado, 17% del crecimiento de energía mundial provino de fuentes renovables, el mayor aumento del que se tenga registro. 

Las nuevas instalaciones de energía renovable fueron el equivalente a la producción de energía de 69 millones de toneladas de petróleo, más o menos la misma cantidad de energía que consumen Suecia y Dinamarca en un año. 

El desarrollo podría parecer impensable hace una década, cuando la energía solar y eólica eran mucho más caras de lo que son en la actualidad. Sin embargo, el aumento de la inversión en las fuentes de energía renovable en la última década, en combinación con el descenso de los costos de las nuevas tecnologías, llevó a lo que parece ser una profunda transformación en su producción mundial.

Una de las razones de este cambio fue el acuerdo climático de París, que se firmó en 2015, cuando más de 170 países acordaron reducir sus emisiones para limitar el calentamiento global a un nivel por debajo de dos grados centígrados

“Si miras al mundo, puedes ver que hay más colaboración para afrontar el cambio climático de la que hay para muchos otros asuntos a los que nos enfrentamos”, dice Christiana Figueres, diplomática principal sobre el cambio climático de la ONU de 2010 a 2016. 

Todavía hay retos, entre ellos el hecho de que Estados Unidos, originalmente un signatario del acuerdo, dijo que se planea retirar de él. Asimismo, para 2020, los firmantes tendrán que acordar límites legales vinculantes para sus emisiones de carbono, y generar financiamiento para que los países en desarrollo puedan pagar el costo de la transición, algo que fue un punto complicado en el pasado. 

La escala exacta del problema quedará clara este año, cuando un panel de científicos publique un informe sobre el impacto del cambio climático de 1.5 grados centígrados, y qué nivel de reducción de emisiones será necesario para limitar el calentamiento global a ese punto. Los primeros borradores del informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, la principal autoridad mundial en el tema, sugieren que el umbral de 1.5 grados centígrados se superará antes de 2050.

Con ese informe en mano, los delegados para las conversaciones anuales sobre el clima de la ONU, que se llevarán a cabo en diciembre, tendrán que considerar las medidas que se pueden tomar para reducir las emisiones de una manera mucho más radical que en el pasado. 

Gran parte del avance para frenar las emisiones de carbono en los últimos cinco años provino del crecimiento de la energía eólica y solar, que experimentaron drásticas reducciones de precios. 

“Hace 10 años, las personas pensaban que los parques eólicos mar adentro no serían rentables”, dice Matthew Wright, director general para Reino Unido de Orsted, la compañía danesa que opera 10 parques eólicos mar adentro en Reino Unido

Las mejoras en la tecnología de las turbinas provocaron que los precios cayeran a la mitad en los últimos tres años, agrega. “La energía eólica ahora está en un nivel que es verdaderamente competitivo con otras formas de generación de electricidad”. 

Mientras tanto, los precios de los paneles solares también caen. La Agencia Internacional de la Energía estima que, en algunos países, la energía solar pronto será la fuente más barata para nueva electricidad

La disminución de los subsidios sumó un grado de volatilidad a los sectores de energía solar y eólica. Una de las mayores sorpresas fue la decisión de China de recortar el apoyo para las nuevas instalaciones de energía solar este mes, un cambio de política que reducirá la demanda en el mercado de paneles solares más grande del mundo. 

La inversión global en energía limpia subió en la última década y alcanzó un máximo de 179,000 millones de dólares en 2015, de acuerdo con Bloomberg New Energy Finance, pero se mantuvo por debajo de ese nivel en los últimos años, debido principalmente a la disminución de la inversión en Europa y el continente americano. 

Este año, la inversión en energía limpia probablemente sienta el efecto atenuador de las medidas de China y de la desaceleración en las instalaciones eólicas en Europa

Después de estabilizarse entre 2014 y 2016, las emisiones mundiales de carbono volvieron a subir el año pasado, en parte por el aumento del consumo de energía en China

A pesar de esto, Figueres se mantiene optimista. “La tendencia a largo plazo es hacia la descarbonización”, dice. “Hemos tenido altibajos, y vamos a seguir teniéndolos”.




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