Los grandes perdedores de la consulta que decidió sacar al Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) de la zona del ex vaso del Lago de Texcoco serán los pobres: peones, albañiles y maestros de obra, además de un porcentaje importante de mujeres. Adicional, afectará el trabajo de profesionistas de la arquitectura, diseño e ingeniería. En total, alrededor de 45 mil fuentes de empleo se esfumarán.
Dicha cifra no solo significa 45 mil trabajadores, sino la suma del total de sus familias.
Son trabajadores y profesionistas de la zona más pobre del valle de México. "La mayor parte de los empleados, las tres cuartas partes de éstos, viene de zonas aledañas a las obras: 12 o 14 municipios del Estado de México y cuatro alcaldías de Ciudad de México".
En entrevista con Carlos Marín para su programa El asalto a la razón, la directora corporativa de Coordinación de Estrategia del NAIM, Sandra González Navarro, precisó: "El proyecto tiene empleados de manera directa, en números gruesos, a más de 11 mil personas de manera directa, que sumando los empleos indirectos, hablamos de 45 mil.
Fue más allá. "La mayoría de esos trabajos son derivados del proceso constructivo; otros programas de labores temporales son de 2 mil empleos, cuyo objetivo principal es contratar a gente de la región. De esos 2 mil, 50 por ciento son mujeres que su labor está enfocada a aspectos básicos que tiene que ver con el cumplimiento de impacto ambiental, es decir, lo ecológico".
De los trabajadores que perderán sus empleos, puso como ejemplo a los que viven en los municipios de Chalco y Nezahualcóyotl o los de la Agrícola Oriental en Ciudad de México, entre otros muchos.
Dentro de los profesionistas que perderán esa fuente de empleo hay arquitectos, ingenieros en especialidades de hidráulica, electromecánica, ingenieros civiles y diseñadores. Todos en el ámbito de la planeación.
Y para que no quedara duda de quiénes serán los afectados, precisó que los trabajadores, cuya mano de obra levantan esa construcción aeroportuaria, "es de alrededor de 30 mil, aparte de otros 15 mil, entre ingenieros y proyectistas: un total de 45 mil empleos".
¿Con qué ánimo sigues cumpliendo tu tarea de dirigir una coordinación de desmantelamiento de empleos? Se le preguntó.
“Está en los suelos el ánimo: eso es generalizado. Los trabajadores tenían en el proyecto su sentido de pertenencia: formar parte de esta gran infraestructura. Eso tiene abajo los ánimos de la gente; estamos incrédulos, es una mala decisión la que se ha tomado: es el proyecto que soluciona la saturación del aeropuerto de largo plazo en el centro del país. Estamos en shock”, respondió.
Por último González Navarro recordó que en el conjunto de las obras del NAIM en Texcoco participan "cinco grandes consorcios que a su vez subcontratan a empresas de distintos tamaños para compromisos del proyecto, estamos hablando, si consideramos también la construcción de la obra, de 70 y de estas derivar unas 300 empresas concesionarios y subcontratación de empresas".
Esa es la envergadura de la mano de obra que hay en esa zona y que seguirá en ese lugar, hasta por lo menos el último día de noviembre. Antes esas obras no se detendrán.