La noche del domingo el peso mexicano alcanzó su valor más alto frente al dólar en casi dos años luego de superar la barrera de las 20 unidades por billete verde, dejando atrás todo rastro del llamado “superpeso”.
Pasadas las 22:00 horas de ayer la moneda mexicana cotizaba en 20.04 por dólar, con una pérdida del 4.6 por ciento frente al precio de referencia registrado por Reuters el viernes, un nivel no visto desde octubre del 2022.
Mientras que temprano este lunes el peso inició la sesión cotizando alrededor de 19.72 pesos por dólar, una depreciación de 2.85 por ciento, con el tipo de cambio tocando un mínimo de 19.11 y un máximo de 20.21 pesos por dólar, su peor nivel desde septiembre del año pasado.
Así, la divisa mexicana perfilaba su tercera jornada consecutiva de pérdidas y su mayor depreciación desde el 3 de junio pasado, un movimiento que expertos y analistas achacan a factores internos y externos, sobre todo a estos últimos.
Más tarde, casi al final de los negocios, el peso cotizaba en 19.37 por dólar, una depreciación de 1.12 por ciento con la que recortó parte de las pérdidas de hasta 4.6 por ciento que sufrió la noche del domingo.
‘Harakiri’ financiero
Uno de los sucesos que contribuyeron a la depreciación del peso fue el alza en la tasa de interés del Banco de Japón y la expectativa de que ésta seguirá subiendo. La semana pasada el banco central nipón incrementó sorpresivamente sus tipos en 15 puntos base.
Con ello, la tasa de interés del país oriental se ubicó en 0.25 por ciento desde el 0.10 por ciento previo, un nivel no visto en 15 años, en un intento por controlar la inflación, la cual estiman cerrará en 2.5 al término del 2024.
Dicha decisión supone un menor incentivo para hacer carry trade, práctica en la que los inversionistas adquieren deuda de un país para posteriormente inyectar esos recursos en activos de economías con tasas de interés más altas, por ejemplo México, explicó Banco BASE en una nota de análisis.
El rendimiento de esta estrategia de inversión depende del diferencial de tasa de interés entre las dos economías involucradas y de la volatilidad cambiaria; empero, con tras el alza del banco central japonés el yen — la moneda local—se apreció y restó atractivo al carry trade, provocando el cierre de posiciones a favor del peso.
Por la mañana el yen japonés se apreciaba 2.65 por ciento, siendo la divisa más valorizada en la sesión frente a una canasta de pares de mercados desarrollados, mientras que el peso se ubicaba entre las monedas más depreciadas de la jornada.
Desempleo en Estados Unidos
La semana pasada se dio a conocer el dato de la tasa de desempleo en Estados Unidos, la cual se ubicó en julio en 4.3 por ciento, casi un máximo de tres años, en medio de una desaceleración importante en las contrataciones.
Este dato aumentó los temores de que el mercado laboral estadounidense se estuviera deteriorando, incrementado a su vez la especulación sobre una recesión en ese país. Mientras tanto, de cara a su próximo anuncio de política monetaria, la Reserva Federal (Fed) mantiene una postura de riesgo equilibrada.
Sin embargo, el mercado ya descuenta un recorte de 50 puntos base a la tasa de interés de la Fed en su anuncio del próximo 18 de septiembre y un recorte de 125 puntos base antes de que termine el año.
De acuerdo con Banco BASE, también se especula que la entidad monetaria estadounidense podría hacer un recorte de emergencia, fuera de calendario para calmar al mercado financiero que entró en modo pánico desde la sesión asiática.
Lo anterior provocó que las bolsas de valores se desplomaran, con las acciones japonesas superando las pérdidas del lunes negro de 1987, toda vez que el temor de los inversores a una recesión en Estados Unidos hizo que huyeran del riesgo.
El Nikkei perdía de 12.40 por ciento, la mayor en más de tres décadas, llevando al principal índice del mercado japonés a cerrar en su menor nivel desde el 31 de octubre del año pasado.
Por su parte, el CSI 300 de Shanghái mostró una caída de 1.21 por ciento y el Hang Seng cayó 1.46 por ciento en la sesión. En Europa, el STOXX 600 caía de 3.44 por ciento, el DAX alemán perdía 3.50 por ciento, el CAC 40 francés descendía 2.86 por ciento y el FTSE 100 de Londres sucumbía 3.07 por ciento.
En Estados Unidos, el Dow Jones perdía 2.70 por ciento; el Nasdaq 100, 4.33 por ciento; y el S&P 500, 3.26 por ciento. “No se observaban caídas tan profundas desde marzo del 2020, cuando comenzó la pandemia”, resaltó Banco BASE.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) caía con fuerza en sus primeras negociaciones del día en línea con una ola de masivas liquidaciones en los mercados globales. Temprano, el índice líder S&P/BMV IPC .MXX, que agrupa a las 35 acciones más negociadas del mercado local, se hundía 1.80 por ciento a 51 mil 302.87 puntos.
Pero casi al cierre de los negocios la bolsa mexicana recuperaba parte de las pérdidas, con el S&P/BMV IPC .MXX descendiendo 0.89 por ciento a 51 mil 776.48 puntos. Los títulos de la minera Industrias Peñoles encabezaron las bajas, con 4.83 por ciento menos a 256.34 pesos, seguidos por los de Banregio, que restaron 3.81 por ciento a 124.59 pesos.
Tensión en Medio Oriente
Otro de los factores que propiciaron la depreciación del peso fue el aumento en las tensiones en el Medio Oriente, con Israel preparándose para un posible ataque de Irán por los asesinatos de miembros de Hezbolá y Hamás.
A pesar de la escalada en las tensiones y la posibilidad de que la oferta de crudo pueda contraerse si Irán entra en el conflicto armado de la región, el West Texas Intermediate (WTI) iniciaba la semana cayendo 1.37 por ciento, cotizando en 72.51 dólares por barril, tocando un mínimo de 71.67 dólares, apuntó Banco BASE.
Anuncio del Banxico a la vuelta de la esquina
A nivel local, el próximo jueves se publicará la decisión de política monetaria del Banco de México (Banxico), en la que se anticipa un recorte en las tasas de interés de referencia.
“Si hay una baja en los tipos como se prevé, aunque sea ligera, va a haber un mayor repunte del tipo de cambio”, apuntó el colaborador y columnista de MILENIO, Jesús Rangel.
Otro acontecimiento interno que incidía en el comportamiento del peso era el ligero crecimiento de 0.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país durante el segundo trimestre.
“Lo que se prevé es que de aquí a concluir este año no habrá un crecimiento fuerte, y por consiguiente, se espera que el crecimiento total para este año sea de 1.5 por ciento”, añadió Rangel.
Con información de: Reuters
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