A escala nacional, la producción forestal apenas logra satisfacer 29 por ciento de la demanda de madera y productos no maderables, como las resinas, lo que ocasiona un déficit en la balanza comercial del sector de alrededor de 6 mil millones de dólares.
Para contribuir a revertir la escasez de productos forestales, la empresa mexicana Bienes Ecoforestales (Bieeco) arrancó en 2011 la plantación de un millón de árboles de teca en 840 hectáreas en el municipio yucateco de Tizimín, logrando revitalizar la economía de al menos cien familias mayas, al devolver la vocación forestal a esas tierras, que fueron degradadas hace 70 años.
“México como país tiene un déficit en la balanza comercial de productos forestales: compramos más madera de la que producimos; entonces, tener plantaciones forestales en todo el país, y específicamente Bienes Ecoforestales en la península, contribuye a tener materia prima forestal, en este caso, madera que permita ir solventando la deficiencia de productos para consumir en el país”, destacó Gonzalo Novelo Quijano, subgerente de Producción y Productividad de la Comisión Nacional Forestal, gerencia Yucatán.
En entrevista con MILENIO, Novelo Quijano recordó que los recursos forestales en Yucatán han sido impactados en 70 por ciento. Es decir, “de la vocación forestal que existía en el estado, ha sufrido algún problema de deforestación o de impacto por el hombre en 70 por ciento”.
DEL TRÓPICO, COMPAÑÍA QUE CONSUMIÓ LA RIQUEZA
En 1936, Alfredo Medina Vidiella fundó Maderera del Trópico, que explotó vastas extensiones con caoba, cedro y diversas maderas preciosas en la localidad conocida como Colonia Yucatán, en el municipio de Tizimín. En sus propias fábricas, instaladas en la localidad, transformaban la materia prima en tablas y aglomerados, consagrándose como un emporio maderero en la región hasta 1975, cuando ya había agotado la selva. De esa industria maderera solo quedaron los aserraderos abandonados y miles de hectáreas devastadas que después se convirtieron en potreros.
Sin embargo, el sombrío panorama comenzó a cambiar cuando la empresa mexicana Bienes Ecoforestales (Bieeco) adquirió lo que entonces era un rancho ganadero con el fin de transformarlo en la plantación forestal comercial de teca más importante del estado.
“Bienes Ecoforastales surge en 2011 con la creación de una plantación forestal en Yucatán, en el municipio de Tizimín; se adquirieron mil 200 hectáreas de un rancho ganadero donde reconvertimos su uso a uno forestal de teca en la zona”, destacó el arquitecto Rubén Quezada, director la plantación de teca de Bienes Ecoforestales.
Una vez que la empresa logró recuperar la salud del suelo, ese mismo año se llevó a cabo la siembra de teca en 840 hectáreas, lo que tomó dos años y medio. El árbol alcanzará su talla ideal en un plazo de dos décadas, es decir, hacia 2031. En ese lapso, la empresa estima invertir 400 millones de pesos, cifra que puede aumentar, ya que hasta la fecha Bieeco ha destinado 200 millones.
Para su arranque, la Conafor aportó 10 mdp, a través de un programa con el que busca establecer plantaciones de maderas finas a lo largo de más de 4 mil hectáreas en el estado, ya que actualmente Yucatán aporta menos del 1 por ciento de la producción forestal del país.
“Lo que nosotros hacemos es dar un apoyo para que ellos puedan establecer su plantación y durante un año darle mantenimiento. El establecimiento de la plantación es una de las partes más caras, desde la preparación del terreno y el mantenimiento del primer año. Dentro de los proyectos que tenemos en el estado, uno de los que más contribuye al establecimiento de plantaciones es precisamente el de Bienes Ecoforestales, en el municipio de Tizimín”, destacó Gonzalo Novelo.
Con siete años de crecimiento, el fuste o tronco de los árboles ya alcanza alturas de 10 a 12 metros y diámetros de 15 a 20 centímetros, por lo que en los próximos meses se efectuará el primer corte de 15 mil árboles, para permitir un mejor desarrollo del resto de la plantación.
Pero la materia prima se aprovechará, ya que Bieeco prevé darle valor agregado al fabricar muebles, pisos, puertas y lambrines. Todo ello con madera sustentable certificada que alcanza un alto valor en el mercado, ya que se trata de una madera fina de alta resistencia a la salinidad, la humedad y a los ataques de termitas y hongos.
Bieeco ‘reverdece’ desarrollo en Yucatán con plantación de teca
El proyecto que recuperó un campo agotado hace 70 años en Tizimín cuenta con una inversión de 200 millones de pesos, pero la firma prevé inyectar hasta el doble.
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