Durante el segundo trimestre del año la demanda de crédito se vio afectada ante la difícil situación que viven millones de familias y empresas por la pandemia de covid-19, razón por la que los bancos “estrecharon” las condiciones de otorgamiento de los mismos, reportó la Encuesta sobre Condiciones Generales y Estándares en el Mercado de Crédito Bancario (EnBan).
De acuerdo con información del Banco de México, durante el periodo de abril a junio, las instituciones financieras en su conjunto reportaron en promedio un estrechamiento en las condiciones generales y los estándares de aprobación de crédito tanto para las empresas no financieras y MiPymes, como en tarjetas de crédito, crédito automotriz, créditos de nómina y créditos personales, es decir, los rubros del crédito al consumo.
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En términos de sus expectativas para el siguiente trimestre, los bancos con mayor participación no esperan cambios significativos. En contraste, los bancos con menor participación esperan un estrechamiento adicional en las condiciones generales y estándares de aprobación durante el siguiente trimestre.
La EnBan es una encuesta trimestral que realiza el Banco de México entre los directivos responsables de las políticas de otorgamiento de crédito de los bancos comerciales que operan en el país para recabar información cualitativa acerca de la evolución de la demanda de crédito y de las condiciones generales y los estándares de aprobación del crédito en el mercado.
De acuerdo con Banxico, esta encuesta tiene como fin proveer al público de una herramienta adicional para entender mejor la evolución del mercado crediticio en México, así como contribuir al sano desarrollo del sistema financiero y procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.
En relación con sus expectativas para el próximo trimestre, la banca en su conjunto espera en promedio que las condiciones de oferta de crédito aumenten al existir un mayor dinamismo de la economía.
Recientemente, el presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera indicó que “la llave del crédito permanecía abierta para atender la demanda de “crédito sano”; sin embargo, ante la posible pérdida por el impago de los créditos por parte de los clientes, la banca se preparó con una serie de reservas prudenciales que en conjunto suman más de 62 mil millones de pesos.
srgs