México alcanza noveno lugar en instalar robots industriales

Competitividad. El valor del montaje de máquinas en la zona T-MEC es de 2 mil 200 mdd, para convertirse en la segunda región en adopción después de China; 62% de los equipos del país se usa en las automotrices.

Los brazos robóticos mejoran cuando elevan su eficiencia. (Especial | Archivo)
Yanin Alfaro
Ciudad de México /

Trabajan todo el día. Nunca fallan. Tampoco piden aumento salarial y cada vez son más en México. En Nogales hay un ejemplo de esto: alrededor de 60 robots colaborativos atornillan, dispensan y ensamblan algunas piezas en la planta de Continental, dedicada a la producción de tecnología de conectividad, componentes de automóviles y de sistemas de manejo. Esos cobots de Universal Robots no sustituyeron a ningún empleado, son un complemento que desde hace cuatro años los hace más competitivos.

Rafael Ibarra, ingeniero de automatización de la planta en Nogales, dice que la meta es llegar a 150 robots, pues invertir en estos es redituable, ya que se adaptan a distintos procesos y son cada vez más sencillos de programar. Además, durante la pandemia las líneas de producción que utilizan equipos colaborativos fueron más fácil de activar.

La presencia de robots en México es más alta de lo que se percibe. De hecho, México se ubica en el número 9 de los 15 países con más instalaciones de robots industriales al año, según el reporte World Robotics 2020, de la Federación Internacional de Robótica (IFR).

El país es un importante mercado emergente de robots industriales, aunque sus instalaciones decrecieron 20 por ciento, a 4 mil 562 unidades en 2019. Su pico más alto se alcanzó en 2017 con 6 mil 356 unidades, dice el reporte.

En la zona T-MEC el valor de la instalación de robots industriales es de 2 mil 200 millones de dólares. Los tres países que lo conforman, Estados Unidos, Canadá y México, representan el segundo inventario global más importante, después de China. El 13 por ciento de las máquinas en operación se instaló en Norteamérica.

LA CUARTA REVOLUCIÓN

En 2019, 62 por ciento de los robots se instalaron en la industria automotriz, mientras que en la del plástico y química instalaron 11 por ciento de ellos. La de electrónicos se encuentra en los inicios de la automatización pues, en 2019, era apenas 5 por ciento, es decir, 235 unidades las que tenían.

“En México, hay muchas industrias que están entrando en este tema con bastante fuerza como los fabricantes de bienes de consumo, los de maquinaria, de bienes de equipo, todo lo que implica producción fundamentalmente discreta, es decir, en la que se ensamblan cosas progresivamente, a diferencia de la manufactura continua es donde vemos más oportunidades de automatización y robotización”, afirmó Bruno Juanes, director de transformación digital de Xignux.

La industria de alimentos y bebidas, la farmacéutica y la metalmecánica también están creciendo mucho en lo que se refiere a automatización, añadió Manuel Sordo, director general para Latinoamérica de Universal Robots, una empresa danesa que fabrica brazos de robots industriales y cuyo principal cliente es Continental.

En Xignux en este momento se están considerando varios procesos de automatización en sus plantas de producción. Y es que para Juanes, “tenemos que abrazar todos los temas relacionados con la industria 4.0 para dejar de ser considerados como el campeón de la manufactura tradicional como nos ha mencionado el Foro Económico Mundial en su último informe”.

Uno de los problemas es apostar por la mano de obra barata, “te hace más competitivo en el corto plazo, pero hace que la sociedad en su conjunto no avance tan rápido como debería”, acotó Juanes. Además, Sordo agregó que otro obstáculo son los sindicatos de trabajadores, sobre todo en industrias grandes, donde hay miedo de sustituir la mano de obra, que no siempre está calificada.

EVOLUCIONAR, ¿UNA NECESIDAD?

Uno de los clientes de Universal Robots pensaba que la automatización no era para su pequeño negocio de sólo cinco obreros pero, después de sumar un robot, ahora tiene 20 obreros y 3 robots, “el crecimiento ha sido exponencial para ellos”, compartió Sordo.

“En la pequeña y mediana empresa hay una resistencia al conocimiento de las nuevas tecnologías, piensan que no está hecho para ellos o que no tienen la capacidad financiera”, lamentó Sordo. Universal Robots busca democratizar la automatización donde el operador no necesita ser ingeniero para modificar esta tecnología y, en cuestión de minutos, la puede adaptar a sus procesos.

El primer paso es darse cuenta de los beneficios en productividad, en calidad y en homogeneidad de los procesos y los resultados. En tiempos de pandemia esto ha sido más evidente, donde “la automatización de alguna manera viene a complementar y ayudarnos a mantener la operación, independientemente de lo que pase allá afuera”, señaló Juanes.

En la industria manufacturera, según el reporte de IFR, en América del Norte hay en promedio 153 robots por 10 mil empleados. En Estados Unidos el promedio es de 228 robots por 10 mil empleados, en Canadá 165 robots por 10 mil empleados y en México solo 44 robots por 10 mil empleados.

Además, si se comparan las industrias automotrices de México y la de Estados Unidos, este último cuenta con 1,287 robots por 10,000 empleados, frente a los 356 robots por 10,000 empleados mexicanos.

El área de oportunidad es grande. La recomendación de Juanes antes de automatizar es que se haga un caso de negocio, debe haber detrás un proyecto de ingeniería que diga qué se va a resolver y un caso de negocio en el que se contemplen tanto los gastos operativos (OPEX) que se van a reemplazar con el robot, como el costo de inversión (CAPEX).

“Hay robots de un brazo por debajo de los 10 mil dólares para hacer tareas sencillas hasta lo que tú te puedas imaginar como un robot de ensamblaje en una línea automotriz”, dijo el directivo de Xignux. Por ejemplo, en Universal Robots es posible comenzar con una automatización sencilla con 20 o 25 mil euros.

El retorno de inversión promedio en México en una integración completa con brazos colaborativos es de 12 a 15 meses, depende de los ciclos de producción. “Hemos visto retornos de inversión hasta de 6 meses, antes el retorno era de 5 años”, agregó Sordo.

Más allá de los términos económicos se debe considerar que un robot sustituye puestos peligrosos e insalubres, “lo cual es bueno, los robots hacen tareas repetitivas que a los hombres no nos gustan”, apuntó Juanes.

El brazo robótico más versátil de Universal Robots tiene una plataforma de programación sencilla y flexible, y una capacidad de carga de 5 kilogramos que lo hace capaz de hacer casi cualquier labor, ya sea repetitiva, peligrosa o sucia que un brazo humano podría estar haciendo.

En Universal Robots la apuesta es por una automatización colaborativa. “Hicimos estudios donde un robot por sí solo mejora cierta producción, pero cuando combinas a un robot y un humano te hace 80 por ciento más productivo”, detalló Sordo.

“El miedo a esto es un poco apocalíptico, que van a venir los robots a quitarnos puestos de trabajo, en una especie de cataclismo robótico. Los robots van a complementar, empoderar y ayudar, y sí a reemplazar puestos que no tienen valor añadido, para que esa persona se pueda reubicar y reaprovechar”, dijo Juanes.

AMENAZA MADE IN AMERICA

A finales de enero el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para impulsar la producción nacional y salvar empleos vía inversiones en las manufacturas. Es un impulso al "Made in America" de su antecesor Donald Trump, en el que se da prioridad a los productos estadounidenses en los contratos con el gobierno federal.

México es uno de los principales proveedores de autos y autopartes a Estados Unidos. Por lo que esta acción podría afectar a la economía mexicana orientada a la exportación. Aunque, “nuestra competencia no es traernos la manufactura en Estados Unidos sino la que exportan de otros países como China o India”, opina Sordo.

“El vecino del norte se pondrá en serio a automatizar, a hacer más productiva su industria ¿qué consecuencias traerá esto para nosotros? Si no nos ponemos competitivamente a su par perderemos oportunidades para la manufactura que representa 20 por ciento del PIB mexicano.Será una desventaja competitiva”, concluyó Juanes. 


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