Para la Iniciativa Climática México (ICM) es urgente que el país se comprometa ante la comunidad internacional y muestre con detalle y transparencia cuál será la ruta de descarbonización más ambiciosa posible, para que podamos transitar a un desarrollo sustentable que combata el cambio climático y maximice los beneficios sociales.
El Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) refiere que con el fin de evitar los peores impactos del cambio climático, el mundo debe alcanzar emisiones netas cero a mediados de este siglo. Es por ello que la mayoría de los países desarrollados y emergentes han planteado ya sus rutas para alcanzar esta ambiciosa meta.
Un reporte elaborado por el ICM destacó que en materia de energía en México será indispensable corregir las políticas públicas de los últimos años para priorizar a las renovables, como la solar y eólica, por encima de los combustibles fósiles, lo que repercutirá en beneficios sociales y económicos, además de los climáticos.
El documento explica que la energía solar fotovoltaica a gran escala deberá incrementarse de los 6 gigavatios actuales a 26.9 en 2030, para luego llegar a 63.2 en 2060. Por su parte, la energía eólica deberá pasar de 6.5 gigavatios a 17.5 en 2030 y a 73.3 para los mismos periodos.
La organización estimó que con esto más de 50 por ciento de la generación de energía eléctrica a nivel nacional provendrá de energías renovables a partir de 2030. Lo anterior, indicó, debe de ir acompañado de inversiones en la Red Nacional de Transmisión para incrementar la capacidad en al menos 10.6 gigavatios y fortalecer las Redes Generales de Distribución como una condición habilitadora indispensable.
Además, se plantea que a partir de 2027 no se instalen nuevas centrales de generación eléctrica basadas en combustibles fósiles, así como la salida progresiva del carbón antes de 2030, y la eliminación completa del combustóleo a más tardar en 2035. Asimismo, el consumo de gasolina y diésel en el sector transporte llegará a su máximo en 2026 y se reducirán en 97 y 87 por ciento respectivamente para 2060.
A diferencia de lo que diversos especialistas de energía consideran, el reporte señala que el consumo de gas natural deberá hacer pico alrededor de 2030, para disminuirlo a partir de esa fecha.
“Apostar a utilizar más gas natural para atender la demanda creciente de electricidad esperada en los siguientes años, sería un grave error que impediría que México cumpliera sus metas de mitigación a 2030 (contribuciones al Acuerdo de París) y que lograra cumplir con la ruta hacia las emisiones netas cero para 2060, planteada en este informe”.
MLM