Desde hace 10 años las hermanas Tlaczani, originarias de San Pablo Ahuatempan, localidad del municipio de Santa Isabel Cholula, se dedican al cultivo de la flor de cempasúchil; por ello, en esta temporada sembraron media hectárea, misma que empezarán a cortar el próximo 25 de octubre para su comercialización.
En entrevista para MULTIMEDIOS, Aurora Tlaczani explicó que este año destinaron tres cuartos de su predio para sembrar flor de cempasúchil. Añadió que desde meses previos preparan el campo y a finales de julio comienza la siembra.
“Tenemos que preparar el terreno y cuidarlo bien para sembrar a finales de julio; para estas fechas ya está a su buen tiempo para cortar y darlo a la venta”, comentó.
A su vez, Sabina Tlaczani indicó que el precio varía cada año, sin embargo, acuden a los mercados cada año para conocer el precio en el que se oferta esta flor. Sobre estos costos, deciden en cuánto venderán cada manojo. Aunado a esto, solicitaron a los ciudadanos no regatear, ya que lo que recaudado se utiliza para sembrar otra vez y pagar los gasto del hogar.
“Hay muchas personas que nos regatean y, la verdad, sí se lleva su tiempo y gastamos dinero para poder tenerlo como está; por eso hay que comprarlo al precio justo más que nada”, comentó.
Las hermanas recordaron que esta flor es uno de los elementos más importantes de la ofrendas por la temporada de Todos los Santos, por lo que se dicen orgullosas de plantar el cempasúchil que guiará el camino de los muertos, ya que su siembra también es una tradición cada año.
Además, mencionaron que después de la temporada de lluvias, la flor de cempasúchil llega a tiempo para adornar a esta tradición representativa de México, ya que estas florecen solo en esta época del año.
Se estima que en México existen alrededor de 35 especies de flor de cempasúchil. Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, San Luis Potosí y el Estado de México son los principales productores de esta especie.
El nombre de la flor de los mil pétalos proviene del náhuatl “cempohualxochitl”, que significa “veinte flores” o “varias flores”. La historia de la flor de cempasúchil y del por qué es uno de los elementos más importantes en la ofrenda de Día de Muertos data de la cultura mexica, cuando vieron la flor como una representación del sol, debido a su intenso color amarillo y la forma de sus pétalos.
El sincretismo de las culturas prehispánicas y la religión católica en los primeros siglos de la Nueva España permitió que sobreviviera la tradición de colocar la flor de cempasúchil en las ofrendas, ya que su olor podrá guiar a las almas hacia el altar en la temporada de Todos los Santos.
CHM