Graeme C. Clark, embajador de Canadá en México, es claro al decir que “a veces en una amistad hay momentos complicados” y que los cambios de reglas para las inversiones en el país preocupan, pero también confía en que a través del diálogo se resuelvan diferencias.
Canadá es uno de los principales socios comerciales de México —sexto en 2019 y séptimo en 2020—. En 2019 el comercio bilateral fue de más de 44 mil millones de dólares canadienses, cifra que bajó a 36 mil millones un año después, a causa de la pandemia que golpeó el comercio internacional; sin embargo desde la entrada en vigor del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) el comercio entre ambos países creció más de 800 por ciento.
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Pese a la excelente relación comercial entre ambos países, desde hace años las mineras canadienses, que controlan gran parte de las mejores minas de oro y plata en México, mantienen diferencias por temas de impuestos con el gobierno federal, las cuales se han recrudecido con la 4T. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que si las mineras de Canadá no se ajustan a lo que marcan las leyes mexicanas se les puede revocar la concesión.
En entrevista con MILENIO, Clark habló de la reciprocidad comercial que busca su país y también de la necesidad de tener reglas más claras para las inversiones.
¿Qué tan importante es la relación México y Canadá?
Lo bonito de la relación es que se trata de reciprocidad: ustedes exportan a nosotros, nosotros exportamos a ustedes. Ustedes inviertan en nuestro país; nos gustaría que tengamos más inversiones mexicanas en Canadá y claro que nosotros estamos presentes como inversionistas en su país.
Estoy en busca de cierta reciprocidad y a mí me gustaría recibir, me gustaría acoger más inversión mexicana en Canadá. Bienvenidos los brazos de los hermanos canadienses que están abiertos a los inversionistas mexicanos.
Estamos al final de esta terrible pandemia y hay que medir no solamente el impacto de salud, porque el impacto social que ha sido terrible tanto en mí país como el suyo, pero también el impacto económico; así que si hay un mensaje que quiero subrayar es que tenemos que trabajar juntos los tres países de América del Norte para salir de esta crisis.
¿Cuáles son los sectores más atractivos para invertir en México?
En el sector manufacturero es donde estamos muy presentes. En términos comerciales ustedes nos llevan una ventaja importante; en términos de la balanza comercial ustedes exportan más a nosotros que nosotros a ustedes, pero en el sector de agricultura hay equilibrio.
México es un destino de interés para las empresas canadienses, somos en cierta medida como dijo el senador Ricardo Monreal: “socios inevitables”. Compartimos este vecindario con el otro socio del T-MEC, que es Estados Unidos, y tenemos que cultivar y manejar la relación de manera que tengamos un espacio competitivo que pueda hacer frente a otros espacios económicos en el mundo.
¿Hay preocupaciones en materia de inversión?
No es un secreto que ciertas compañías canadienses tienen preocupación por sus inversiones en México. Qué queremos nosotros como canadienses, en primer lugar queremos un diálogo abierto con el gobierno y las autoridades mexicanas.
En segundo lugar necesitamos reglas claras; un cuadro de reglas claras y previsibles. En un puesto anterior donde estaba de embajador en un país sudamericano un inversionista canadiense me dijo “yo prefiero reglas malas en la minería en este país, pero que no cambian, que reglas que cambian cada seis meses”. Para una empresa extranjera es muy importante un contexto de previsibilidad donde haya reglas claras, donde no haya cambios retroactivos.
El tercer punto es que estamos viviendo un momento de oportunidad en América del Norte, saliendo de esta terrible crisis, yo creo que es una gran oportunidad para los tres países, manejar la competitividad y cómo ir adelante juntos.
¿Hay apertura al diálogo con el gobierno de México?
Sí hay disponibilidad, sí hay diálogo, sí hay una voluntad de dialogar con nosotros para aclarar las reglas, para aclarar las dudas. Sí existe eso. Va a ser un largo camino porque es un diálogo constante, pero es el trabajo de un diplomático crear las condiciones a través de las cuales se puede tener un diálogo y resolver diferencias. Ese es mi papel. Es la realidad de una relación madura que tenemos los dos países, somos socios inevitables y a veces en una amistad hay momentos complicados, pero a través del diálogo sí se pueden resolver diferencias, aclarar dudas y sí se puede seguir adelante en el beneficio de ambos países.
¿Cuáles son los retos y oportunidades del T-MEC?
Entre Canadá y México hay un potencial enorme, tenemos que seguir trabajando esta relación. El lado humano entre los dos países, el lado cultural, son muy importantes para mí, y si bien es cierto que a veces tenemos diferencias entre los dos países se pueden resolver a través de un diálogo abierto, fructífero y honesto entre los dos países; buscando reglas claras, y viendo también al futuro inmediato que es la recuperación de la pandemia no solamente en términos de políticas públicas, sociales y salud, pero por supuesto en términos económicos y de empleo.
¿Cómo va a beneficiar la fusión entre Canadian Pacific Railway Limited y Kansas City Southern?
Es una muy buena noticia. Es emblemática la integración que estamos buscando entre los tres países de América del Norte, cabe destacar también que hay un paso regulatorio que hay que alcanzar antes de confirmar la compra y la integración, pero es muy buena señal. Esto es nuestro futuro, un vecindario próspero conectado, con la posibilidad de mudar cosas entre los tres países, en las cadenas de valor, en un América del Norte integrada, para mí es una señal positiva de integración. _