Casi finaliza septiembre, mes en el que hay descuentos de 50 por ciento o más al tramitar tu testamento. Sin embargo, los costos bajos continuarán con las jornadas notariales hasta octubre, para esa población que por ideologías, condiciones económicas o de salud aún no lo tiene. Es claro, la tranquilidad de dejar en orden el patrimonio que desea llegue a manos de los seres queridos, se logra a través de un simple documento, dicen los expertos.
En entrevista con MILENIO, Miguel Saucedo, director general Saucedo Abogado, firma con más de 50 años de experiencia, explica más a fondo sobre la importancia de realizar un testamento, resolviendo dudas y creencias falsas que lo rodean.
El especialista en materia inmobiliaria y testamentaria considera que en México el testamento es visto como un tabú, ya que al ser un proceso que se efectúa después de la muerte, las personas evitan pensar en eso. De igual manera, la idea del costo del trámite detiene a las personas en considerar hacerlo, entre otras cosas.
“Lo que se tiene de estadística, de forma muy general, es que una de cada 20 personas, esto implica 5 por ciento de la población en México, son los que hacen un testamento”, informa.
Este trámite, se vincula sólo con las personas de la tercera edad o personas cuyo estado de salud sea grave.
La realidad es que desde que se empieza a generar un patrimonio, generar ingresos o empieza a formarse una familia propia, se debe de pensar como dejarlo perfectamente regulado. “Lo que sí tenemos seguro es que uno en esta vida, es que algún día vamos a morir”.
El costo para el trámite de un testamento generalmente se cotiza entre 5 mil y 6 mil pesos, pero en el mes de septiembre y octubre que es cuando hay jornada notarial, los precios pueden bajar hasta mil 900 pesos.
“No es un costo alto, comparado con el beneficio económico que las personas le pueden generar a los herederos, ya que si fallece sin testamento se presentan una gran cantidad de problemáticas”, considera.
¿Es complicado tramitar un testamento?
De acuerdo con Saucedo el proceso del trámite de un testamento es de lo más sencillo, primero se debe pensar en todos los bienes por heredar dentro del propio patrimonio y a quiénes hacerlo.
Una vez teniendo la certeza de ello, sólo se debe acudir al notario público con una identificación oficial -ya sea el INE o un pasaporte vigente- y el CURP (Clave Única de Registro de Población), por último, se le proporciona la información al notario para que se redacte el testamento; en sí, el proceso dura aproximadamente dos o tres días.
Tampoco es necesario llevar ningún comprobante o copias de títulos que avale los bienes por heredar, ya que la notaría se encarga de ello, además, por el testador (el que va a heredar) también tiene la opción de indicar que hereda sus bienes actuales y los futuros.
Asimismo, se recomienda antes de realizar el proceso acercarse con algún abogado o notario para diseñar el testamento que se logré adecuar a las necesidades y condiciones de la persona sobre su patrimonio.
No tengo nada qué heredar…
Otra de las dudas sobre si se debe tramitar o no un testamento, es que se piensa en muchos casos que no hay nada que heredar, por lo que no es necesario si no se tiene una gran cantidad de dinero y propiedades.
Sin embargo, lo anterior es erróneo porque de acuerdo con el código civil, lo que constituye un patrimonio va más allá de eso, no son sólo bienes, también son derechos y obligaciones.
Dentro de los bienes entran los inmuebles y muebles. Por su parte, los derechos pueden ser títulos accionarios y participaciones en sociedades. Mientras que las obligaciones, aparte de responder por lo que conlleva lo anterior, también pueden ser deudas, que al momento en el que se herede se descuenten del patrimonio heredado.
Por eso la importancia de que el testador deje estipulado como quiere que se maneje su patrimonio cuando fallezca. De igual forma, si la deuda llegara a ser más grande que el beneficio, la persona está en su derecho de rechazar la herencia.
“La institución del testamento es muy segura”
Una persona puede hacer varios testamentos a lo largo de su vida, pero el que tendrá validez será el último de ellos.
La cuestión de si es mejor transmitir en vida que otorgar a través de un testamento, según el abogado, depende de cada familia y cada condición, porque uno al entregar sus bienes corre el riesgo de estar desprotegido ante cualquier situación que se presente.
En cambio, con un testamento se crea un esquema adecuado para que se haga la voluntad de quien lo emite.
En el caso de que no haya un testamento, los familiares deben de seguir el código civil, el cual establece el orden de cómo va a hacer la repartición de los bienes, en el cual primero heredan los hijos y el cónyuge por partes iguales, a falta de ellos, heredan los padres, o los hermanos, ante la ausencia de ellos los sobrinos, y así sucesivamente, pero “si no hay un familiar cercano hereda el gobierno federal”.
Al no hacer un testamento y dejar la repartición de los bienes a los que deben heredar puede haber serios conflictos que rompan con la relación familiar. Dentro de su trayectoria en testamentos los más comunes que ha presenciado son las disputas por la forma de repartición de los bienes.
Explica que como padres se busca ser justos y dejan los bienes para que se repartan en partes iguales entre los hijos, no obstante, “el problema es cuando faltan los padres, porque ya no existe esa rectoría del familiar para determinar de qué forma se van a dividir”, por lo que se dejan influenciar por terceras opiniones alegando que merecen más ya sea porque la persona siempre estuvo presente, porque cuido de su salud, o por haber apoyado económicamente al fallecido.
Otros de los conflictos que menciona es cuando entre varias personas se tienen que repartir una casa indivisible, porque aquí se enfrentan a dos decisiones sobre qué hacer con ella, entre sí deberían conservarla por cuestión sentimental o venderla para que cada uno reciba su parte.
“Normalmente, los latinos somos muy dados del derecho de permanencia de los inmuebles”, lo cual aclara que no es malo, pero “cuando hay cariño o permanencia a cierto patrimonio económico de los herederos, ahí es donde se puede generar problema”, afirma.
En este sentido, las situaciones económicas de los herederos van a determinar qué hacer con ella, tanto va a haber personas que necesiten vender la casa para pagar su propia casa, renta o dar un enganche, como personas que prefieren mantenerla en la familia, o en otro caso que alguno de ellos esté viviendo en la casa y no tenga otro lugar al que ir.
Por lo anterior, el experto considera sumamente importante pensar en hacer un testamento, en una sociedad que se ha vuelto cada más insegura hay que pensar en el futuro y ver la manera de cómo proteger o ayudar a familiares cuando uno muera, por lo que es necesario informarse y diseñarlo de forma que se eviten conflictos por ciertas brechas dentro de las herencias.
PNMO