La inflación interanual en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ralentizó en marzo al 1.7 por ciento, su mayor desaceleración desde la crisis financiera de 2008, debido principalmente a la caída de los precios de la energía en medio de la pandemia por coronavirus SARS-CoV2, que causa la enfermedad covid-19.
En un comunicado, la OCDE precisó que la subida de los precios en el conjunto de sus países miembros pasó del 2.3 por ciento en febrero a 1.7 por ciento en marzo.
Los precios de la energía experimentaron una caída del 3.6 por ciento, tras haber avanzado 2.3 por ciento en febrero, mientras que los de los productos alimentarios crecieron 2.4 por ciento, cuatro décimas más que en febrero.
La OCDE añadió que la inflación anual se ralentizó en marzo en todas las principales economías, a excepción de la de Japón, donde se quedó estable en 0.4 por ciento.
En Canadá cayó 1.3 puntos porcentuales, hasta 0.9 por ciento, mientras que en Estados Unidos el descenso fue de ocho décimas, con 1.5 por ciento; de siete en Francia, con 0.7 por ciento y más moderado tanto en Alemania, con una caída de tres décimas, con 1.4 por ciento, como en Reino Unido e Italia, donde descendió dos décimas, hasta 1.5 por ciento y 0.1 por ciento, respectivamente.
En el conjunto del G7, la inflación retrocedió cinco décimas en marzo, hasta 1.2 por ciento, y otras cinco en la zona euro, hasta 0.7 por ciento.
El aumento de los precios también anotó una ralentización importante en el G20, donde pasó del 3.8 por ciento en febrero al 3.2 por ciento en marzo.
Destacadas fueron las caídas en Argentina, de 1.9 puntos hasta 48.4 por ciento; en la India, de 1.3 puntos, hasta 5.5 por ciento; en China, del 5.2 al 4.3 por ciento, y en Brasil, donde la inflación pasó del 4 por ciento en febrero al 3.3 por ciento en marzo.
MRA