Tras una llamada entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump, México propuso reducir en 100 mil barriles diarios su producción de crudo, como parte del acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y aliados que no pertenecen al grupo, liderados por Rusia. Inicialmente se había pedido al país una rebaja de 400 mil barriles diarios.
“No podíamos aceptar lo que se propuso originalmente y resistimos. El presidente Trump me empezó a leer los nombres de todos los países que habían aceptado y dice sólo México no aceptó y ya le expliqué el por qué (…) él muy generosamente me expresó que ellos iban a ayudarnos con 250 mil adicionales a los que ellos van a aportar”, destacó el presidente López Obrador.
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El mandatario dijo que el acuerdo de la OPEP+, formado por la OPEP y otros productores importantes de crudo que no pertenecen al grupo, busca reducir la producción mundial de petróleo en 10 millones de barriles diarios, algo que, dijo, “puede llevar un aumento en el precio y puede significar ayudar a que se fortalezcan las monedas y con esto desde luego el peso”.
López Obrador reiteró que los gobiernos anteriores tuvieron un “rotundo fracaso” en la política petrolera que aplicaron, algo que se precipitó con “la mal llamada reforma energética”, con la que se esperaba que llegara más inversión extranjera y la producción subiera a 3 millones de barriles. “Lo cierto es que recibimos el gobierno con la producción de 1 millón 700 mil barriles”, agregó.
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GGA