La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) propuso un recorte adicional de producción de un millón y medio de barriles diarios (mbd) por el impacto del coronavirus, pero para llevarlo a cabo deberá convencer a Rusia, que hasta ahora se ha opuesto a la medida.
Los trece ministros de la OPEP acordaron "recomendar" ese recorte, válido hasta el próximo 30 de junio, en la reunión ministerial que se celebrará mañana con diez productores aliados, encabezados por Rusia.
La OPEP asumiría una reducción de un millón de barriles diarios y los productores aliados el medio millón restante, según informó la organización en un comunicado.
El grupo petrolero justificó cerrar los grifos por una caída de la demanda prevista para 2020 por el coronavirus, que ha golpeado especialmente a China, el primer importador mundial de crudo con unos 10 mbd.
"Además, esta situación sin precedentes y la dinámica de un mercado en constante cambio significa que los riesgos están sesgados hacia la baja", advirtieron sobre una corrección mayor en caso de proseguir la situación.
En diciembre pasado, ese grupo de 23 naciones conocido por OPEP+ estableció un recorte de 1,7 mbd para el primer trimestre del año, posteriormente ampliado a la primera mitad del año.
A ello se sumaron otros 400 mil billones de dólares que retiró voluntariamente Arabia Saudí, con el fin de apuntalar los "petroprecios".
Pero la recuperación del valor del barril se revirtió ya en enero por el coronavirus, que está desacelerando la economía mundial y la demanda petrolera.
Convencer a Rusia para que se una al acuerdo se antoja difícil, ya que su ministro de Energía, Alexander Novak, defendió ayer en unas consultas en Viena que no apoyaría recortes adicionales.
Novak volverá a reunirse nuevamente el viernes con la OPEP, que pretende que Moscú asuma parte del recorte ya que es el mayor productor de entre sus aliados independientes.
Los ministros de la OPEP acordaron su posición de forma inusualmente rápida, en parte, debido a las recomendaciones médicas de reducir la duración de la cumbre a lo estrictamente necesario por el coronavirus.
La decisión va en la línea de la recomendación de un comité técnico de la OPEP, que propuso reducir la producción entre 1.2 y 1.5 mbd, según diversas fuentes que pidieron el anonimato.
Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de "oro negro" y líder de facto de la OPEP, lleva semanas presionando a favor de que, al recorte del bombeo total de 2.1 mbd, la OPEP+ retire al menos otro millón de bd para hacer frente a la fuerte caída del consumo.
Pero los planes saudíes se encontraron con el rechazo de Rusia y Kazajistán, los mayores productores entre los aliados independientes, favorables a mantener sin cambios los recortes actuales y extender su validez hasta fines de 2020.
A diferencia de Riad, cuyo presupuesto necesitaría un valor en torno a los 70 dólares para el barril de crudo, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado recientemente que su país puede vivir con el actual nivel de los precios, en torno a los 52 dólares.
Las reuniones vienesas de los productores no solo están totalmente marcadas por el efecto negativo de la propagación del coronavirus en la demanda de crudo, sino también por el temor al contagio de la enfermedad.
Siguiendo instrucciones de las autoridades sanitarias de Viena, la conferencia de la OPEP tiene lugar con el mínimo número de delegados, quienes deben someterse a un control de la temperatura antes de poder acceder a la reunión, mientras que a la prensa se ha vetado la entrada a la sede de la organización.
jamj