Pemex, “dolor de cabeza que puede volverse cáncer”

Banxico. Heath llama a dar “arreglo definitorio” a la empresa; Moody’s ve lejano que México pierda el grado de inversión.

La refinería de Cadereyta de la empresa productiva del Estado. (Daniel Becerril/Reuters)
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

Desde el punto de vista del subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, una limitante para la recuperación económica del país tras la crisis del covid-19 es Petróleos Mexicanos (Pemex), empresa que puede convertirse en un “cáncer incurable” para el gobierno federal.

En su participación en el Inside LatAm México, organizado por Moody’s Investors Service, Heath consideró que los supuestos bajo los que se elaboró el paquete económico 2021 son difíciles de lograr y que la empresa productiva del Estado es “el mayor dolor de cabeza de este gobierno”, sobre todo porque la Federación ve a la petrolera “como una promesa de motor de crecimiento en el futuro, lo cual es prácticamente imposible”. 

“El gobierno se tiene que dar cuenta tarde o temprano y tiene que buscar un arreglo definitorio, estructural, permanente; si no, este dolor de cabeza, que ahorita es un dolor enorme, va a pasar a ser una migraña y posiblemente después a un cáncer incurable”, consideró.

En su opinión, el gobierno federal está a tiempo de poder resolver este problema, sobre todo porque, tras la crisis, recuperar los niveles de crecimiento que se tenían en el tercer trimestre de 2018 llevará de dos a seis años, pero dependerá del dinamismo de las exportaciones, el empleo, el consumo y la inversión.

En el caso de la inversión fija bruta, que viene con desaceleración desde 2017, consideró que es difícil que mejore en un entorno de incertidumbre, debilidad y falta de estado de derecho, lo que hará difícil un crecimiento económico superior a 2.4 por ciento, que es el promedio de los últimos años.

Otra preocupación, agregó, es la recuperación del mercado laboral, ya que sin un seguro de desempleo, mucha gente tuvo que reclasificarse fuera de la fuerza laboral, lo que lleva a tener una tasa de desempleo hasta de 26 por ciento y “aquí será clave el apoyo del gobierno y la solidaridad y coordinación con el sector privado”.

GRADO DE INVERSIÓN, SIN RIESGO

En el mismo evento, la analista de Moody’s Ariane Ortiz-Bollin anticipó para México una débil recuperación económica, menor crecimiento a mediano plazo, aumento de deuda y un reducido espacio fiscal debido principalmente a que desde hace años el país viene arrastrando bajas tasas de crecimiento e inversión y a que durante la pandemia las empresas han tenido un bajo nivel de apoyo fiscal por parte del gobierno federal.

Pese a todo, la calificadora ve poco probable que México pierda el grado de inversión, debido a que la calificación crediticia (Baa1) está tres escalones por arriba del grado especulativo.

“El riesgo es bajo simplemente por el hecho de que tenemos todavía tres escalones por encima del grado de inversión, pero tenemos una perspectiva negativa y significa que el riesgo es a la baja y que sí estamos esperando que haya un deterioro”, afirmó .

La agencia calificadora, que prevé una caída de 10 por ciento del PIB de México para este año, anticipa que en 2021 el crecimiento será menor a 4.0 por ciento. Sus cifras contrastan con las previsiones de la Secretaría de Hacienda que en el Paquete Económico 2021 pronosticó que la economía caerá 8 por ciento este año y para el siguiente alcanzará un crecimiento de 4.6.

Para que el país pueda recuperar el nivel de producción perdido necesita crecer 4.0 por ciento tanto en 2021, como en 2022, afirmó Ortiz-Bollin.

Previo al seminario, en la conferencia matutina del Presidente, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, aseguró que las previsiones del gobierno federal no son optimistas y se tratan de una “estimación responsable”.


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