Pese a elevar salarios, baja productividad: Ceesp

La evolución del mercado de trabajo desde 2019 a la fecha no es alentadora

Jalisco es la segunda entidad en generar más empleos en lo que va del 2023. (Especial)
Yeshua Ordaz
Ciudad de México /

La evolución del mercado de trabajo desde 2019 a la fecha no es alentadora, porque el trabajo se encareció y la productividad cayó, considera el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

El grupo de especialistas económicos que forma parte del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), señaló que los salarios subieron de manera pronunciada desde el 2019; el mínimo lo ha hecho en 134.8 por ciento, y 88.4 por ciento en términos reales. Por su parte el salario base de cotización al IMSS es 19 por ciento mayor al de 2018 a precios constantes.

Sin embargo, basado en cifras de la OCDE, la productividad del país cayó 6.4 por ciento entre 2019 a 2021, algo que contrasta con otros países como Chile, Israel y Colombia, que lo elevaron en 14.5, 11.3 y 9.8 por ciento, respectivamente.

"Los incrementos de salario son en sí una buena noticia para los trabajadores y en cierta forma para la sociedad en general. Pero lo correcto es que se acompañen con mayor productividad. Si no es así, los aumentos implican un mayor costo unitario de la mano de obra y una pérdida de competitividad de la planta productiva que a la postre los hace insostenibles", destacaron.

En un análisis realizado por el Ceesp, señaló que en el caso de México, la productividad de la mano de obra mexicana cayó en los últimos años en comparación con otros países emergentes y, más importante, respecto a los principales socios comerciales.

“Cuando los mayores salarios no se corresponden con productividad y más bien coinciden con caída de esta, el costo unitario de la mano de obra nacional aumenta. Esto es lo que pasa en México”, explicó.

De acuerdo con cifras de la OCDE, para 2022 el costo unitario del trabajo de México está en noveno lugar en una muestra de 41 países, superando al del promedio de la membresía de ese organismo, al de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, entre muchos otros.

El Ceesp explicó que las razones de la caída de productividad laboral en México son variadas y complejas, pero destacó la informalidad laboral, la falta de competencia y libre entrada y salida a las industrias nacionales y la calidad del capital humano en términos de capacidades productivas.

"Entre las causas indirectas que contribuyen a la informalidad y por ende a la baja productividad son marcos regulatorios onerosos de cumplir en los tres órdenes de gobierno, incluyendo el marco fiscal que no promueve la formalidad.

Agregó que el producto promedio del trabajo se reduzca cuando la ocupación aumenta y el capital no lo hace. "Eso sin duda es el caso en el país en los últimos años cuando la inversión fija bruta cayó y el acervo de capital se estancó. En 2022, la inversión fue 8 por ciento menor a la de 2018 y su indicador en enero pasado aún es 7 por ciento menor a la de julio de aquel año, su punto más alto".

"Hay que insistir en que se generen condiciones favorables generales para la inversión productiva. Ello, con políticas que provean infraestructura pública y logística útiles y rentables; reglas claras y no discriminatorias; regulación compatible con la inversión en los tres niveles de gobierno; mayor seguridad pública; y un cambio radical de la actitud facciosa que el gobierno muestra ante la inversión productiva".

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