Si las autoridades del gobierno de México no logran controlar la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19 en todo el país, podrían existir rebrotes que afectarán la reapertura y generar una caída peor a la estimada del Producto Interno Bruto (PIB), aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
En su análisis ejecutivo, el Ceesp recordó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó un ejercicio en el que se consideran las posibilidades de que el control de la epidemia en los países que no implementan medidas adecuadas se retrase, y que por ende se presenten rebrotes en 2021.
Indicó que cada uno de estos factores mencionados por el FMI, representarían desviaciones importantes respecto a los pronósticos de crecimiento en los diversos países para los próximos cuatro años. Donde en México, la estimación referida es de una caída de 6.6 por ciento en 2020 y un crecimiento de 3 por ciento en 2021.
“Pero la perspectiva puede ser mucho peor, si se considera que debido a la falta de información de los contagios por la escasez de pruebas, el control de la epidemia puede retrasarse, la reapertura puede complicarse, y pueden surgir rebrotes en diversos sectores”, aseveró.
En ese sentido y bajo esa perspectiva, trasladando el razonamiento del ejercicio del FMI al caso de México, el Ceesp resaltó que “no es de descartarse que el PIB real del país no alcance su nivel de 2018 antes de 2024”.
“Es imprescindible tomar acciones cuanto antes, para enfrentar la emergencia económica, proteger a las familias, empleos y empresas; facilitar la inversión pública y privada en proyectos viables y actuar rápidamente en favor del sector salud. Para proteger el bienestar de la población y de lograr la reactivación”, destacó.
El Ceesp que pertenece al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), indicó que de la política actual del gobierno, destacan al menos seis aspectos preocupantes en cuanto a las posibilidades de enfrentar adecuadamente la grave situación y la eventual recuperación de la economía.
Uno, la insistencia en impulsar proyectos de infraestructura como el Tren Maya, Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas, cuya rentabilidad no ha sido evaluada; dos, la consolidación de sus programas sociales, de corte asistencial.
Tercero, la profundización de una política de austeridad republicana que no tiene ninguna justificación; cuarto, la negativa de actuar en forma decidida para mitigar los daños a las personas que quedan desempleadas por el covid-19.
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Quinto, la renuencia a apoyar a las empresas, de todos tamaños; sexto, las autoridades sanitarias, se han opuesto al uso extendido de pruebas y poner políticas de identificación de focos de propagación y rastreo.
“Los seis aspectos de la política gubernamental, forman parte de una mezcla cuyas consecuencias pueden ser muy serias para el país, y que ya comienzan a dar señales de cómo se refleja en las expectativas respecto al crecimiento de la economía”, advirtió.
Por último, el Ceesp manifestó que aunado a esto, la intención de retomar el control de la generación de electricidad y actividades relativas a hidrocarburos, mediante cambios regulatorios, “atentan contra la seguridad de los contratos de inversionistas privados y el estado de derecho”.
MRA