El conflicto entre Ucrania y Rusia tendrá distintos impactos en mercados emergentes; en términos de precios, los países de Europa oriental y occidental se verán más afectados por su exposición a Rusia, mientras que para naciones de América Latina, precios más altos de las materias primas deberán ayudar a los exportadores, señaló el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés).
En un documento, el instituto detalló que en su análisis se encontró que en América Latina los exportadores son muchos, pero es poco probable que otros mercados emergentes se beneficien de los altos precios, aparte de los grandes exportadores de materias primas.
Añadió que los importadores de materias primas están significativamente expuestos al aumento de precios, especialmente los grandes importadores de combustibles fósiles y trigo, como Turquía y Egipto.
Explicó que a nivel regional, la República Checa, Hungría, Polonia y Turquía son naciones particularmente vulnerables, debido a la combinación de proximidad, comercio regional sustancial con Rusia y Ucrania y la importancia de las importaciones de combustibles.
Sudáfrica, por ejemplo, indicó el IIF, si bien es un importador neto de combustible, tiene poco comercio con Rusia y Ucrania y ya se estimó que ocupó el lugar de Rusia como el mayor productor de paladio del mundo en 2021.
Dicho todo esto, la invasión de Rusia ya ha tenido un impacto negativo en los mercados emergentes en general y una mayor escalada del conflicto y las sanciones occidentales sobre Rusia probablemente darán como resultado una huida a la seguridad y salidas indiscriminadas de capital de los mercados emergentes.
La institución apuntó que las sanciones han endurecido drásticamente las condiciones financieras de Rusia y se pronostica una recesión muy profunda en ese país, con una caída de 15 por ciento en el producto interno bruto (PIB), dos veces más grave que la recesión de 2009 y sujeta a un riesgo importante de que la caída sea mayor.
Esto porque un escalamiento de la guerra puede traer más boicots a la energía rusa, lo que afectaría drásticamente la capacidad de Rusia para importar bienes y servicios y eso profundizará la recesión.
Así, apuntó, las perspectivas de contagio al resto de mercados emergentes dependen del camino de la guerra en Ucrania, ya que una escalada severa del conflicto hará que los flujos de capital de los mercados emergentes retrocedan en general, mientras que un conflicto más contenido, tendrá menos impactos, aunque divergentes.
“Tal escenario vería un vuelo hacia la seguridad del dólar estadounidense y posibles dislocaciones del mercado. La trayectoria del conflicto es, por lo tanto, de suma importancia para los mercados”, enfatizó el IIF.