Prevén crecimiento en fabricación de bolsas plásticas para cadáveres

Alternativa. La asociación de recicladores espera duplicar la producción, al pasar de las 30 mil a 60 mil unidades.

Los sacos para manejo de cuerpos tienen un costo promedio de entre 600 y 700 pesos. (Shutterstock)
Cristina Ochoa
Ciudad de México /

En España, el pueblo de Piñor cobró relevancia ante la emergencia sanitaria por presentar sobredemanda de ataúdes, un país donde las muertes sobrepasan las 27 mil personas.

Contrario a lo que ha pasado en otras partes del mundo, donde los fabricantes de ataúdes no se están dando abasto, en México el aumento en las cremaciones ha puesto el foco en la producción de bolsas plásticas para transportar cuerpos. 

El vicepresidente de la Asociación Nacional de Directores Funerarios, Roberto García, aseguró que hay una sobreoferta de bolsas para cadáveres. “Diariamente están llegando empresas ofreciendo cantidades industriales de bolsas ya listas que se dedican al reproceso de plásticos, y como han tenido que cerrar, están enfocando su producción en la fabricación de bolsas para cadáveres”.

De acuerdo con la Asociación de Recicladores Unidos de Bolsas Plásticas (Ruboplast) se han producido al momento alrededor de 30 mil unidades y esperan fabricar 60 mil adicionales en los próximos días.

Según cifras de la asociación, las bolsas para manejo de cuerpos tienen un costo promedio de entre 600 y 700 pesos, aunque los representantes del sector de reciclaje han elaborado productos cuyos precios se encuentran entre 120 y 280 pesos, lo que ha generado un incremento importante de su demanda.

La demanda de bolsas plásticas ha aumentado ante la emergencia sanitaria. (Araceli López)

A lo anterior se suma que los fabricantes de ataúdes no son considerados como una industria esencial, incluso la plataforma de comercio electrónico Amazon tiene en su página de internet la venta de bolsas para cadáveres con costos de 20 hasta 50 dólares.

Según la Guía para el Manejo de Cadáveres por covid-19, no existe evidencia hasta la fecha de que exista algún riesgo de infección a partir de cadáveres de personas fallecidas por covid-19.

“Sin embargo, puede considerarse que estos cadáveres podrían suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos, por lo que deben ser manejados según lo establecido en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario y respecto a la Disposición de Órganos, Tejidos y Cadáveres de Seres Humanos, así como en las Normas Oficiales Mexicanas relacionadas”, explicó.

En este tenor, para el traslado del cuerpo, éste debe introducirse en una bolsa de especial biodegradable que reúna las características técnicas sanitarias de resistencia a la presión de los gases en su interior e impermeabilidad.

La introducción en la bolsa se debe realizar dentro de la propia habitación. Una vez que el cadáver esté adecuadamente empacado en la misma, se recomienda la desinfección externa de la misma con solución de hipoclorito 0.1 por ciento (1,000 ppm).

La fábrica de ataúdes Avanti, de Tlaquepaque, Jalisco, produce mensualmente cerca de 250 unidades y de ellas entre 80 y 85 por ciento son comercializadas a través de Gayosso Funerarias. El covid-19 no ha incrementado su producción.

“No es significativa la demanda (de ataúdes) porque las muertes que se están suscitando por coronavirus no se permite velarlas. Hemos sabido que sí han aumentado las bolsas selladas, que es donde se colocan los cuerpos de las personas y van directo a sepultar o cremar”, dijo Héctor Alvarado, gerente de la compañía.

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MERCADO NEGRO PEGA A ATAÚDES

Los fabricantes mexicanos de ataúdes como Pedro Jaramillo, con más de 20 años de experiencia, enfrentan su propio desafío ante al coronavirus, con incrementos de demanda de hasta 15 por ciento y una lucha contra el mercado negro. El empresario de Ecatepec, Estado de México, percibe un “incremento notorio” y un aumento en las inhumaciones en la fase más crítica del brote. El representante legal de Litomex explicó a EFE que la irregularidad o el mercado negro de ataúdes hace años que existe, “pero no hemos sido escuchados para normar el tema”.

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