El precio de la tortilla podría continuar al alza en Puebla, toda vez que en menos de una semana, la tonelada de maíz subió 500 pesos; en tanto que los trabajadores de esta industria enfrentan una situación laboral adversa y el cierre de establecimientos.
Eustacio Mozo Miranda, representante del Sindicato Único de Trabajadores de la Masa y la Tortilla y sus Derivados de Puebla, detalló que el kilogramo de este alimento actualmente oscila entre los nueve a los 18 pesos, en las 487 tortillerías automáticas y semiautomáticas establecidas en la capital del estado.
En promedio, el kilogramo aumenta un peso por año, sin embargo, el costo más alto se reflejó este mes de marzo, en medio del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, dos de los productores mundiales de maíz, así como por el aumento que se registra en los precios de refacciones, gasolinas e insumos.
“De seguir la guerra los precios del maíz no dejarán de incrementarse”, expuso el dirigente al señalar que la tonelada del grano tipo Sinaloa llegó a los nueve mil pesos, mientras que el costo del maíz híbrido alcanzó los 8 mil 500 pesos.
Explicó que tal situación presiona los costos de producción y repercute a los pequeños productores, ya que de continuar elevando el precio, corren el riesgo de que disminuyan sus ventas o desaparezcan. Además de los altos costos del grano, Mozo Miranda agregó que el gremio de la masa y la tortilla enfrenta un escenario laboral adverso.
Eustacio Mozo detalló que cada tortillería genera en promedio tres empleos, sin embargo, la mayor parte de los trabajadores carece de seguridad social y labora en jornadas de hasta doce horas diarias.
El contexto actual, agregó, repercute en la situación de la industria, ya que en algunos casos, los industriales se han visto en la necesidad de cerrar negocios al no poder enfrentar los gastos y el costo de la fuerza de trabajo.
“En Puebla seguirán desapareciendo los pequeños productores de tortilla, o en el mejor de los escenarios se autoemplearán”, expuso el representante.
Cabe señalar que tras dos años complicados por la pandemia de covid-19, el sector hotelero espera este 2022 una mejora en los niveles de ocupación y derrama económica, luego que en el fin de semana largo se alcanzó un indicador promedio de 80 por ciento. José Rosales, empresario hotelero y vicepresidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles destacó que el reciente periodo vacacional puede verse como la antesala para la Semana Santa.
AFM