Los pequeños productores de hortalizas, aquellos que cuentan con superficies de entre cinco y diez hectáreas, resultaron los más afectados ante lo que implica la pandemia de covid-19.
Luis Andrés Cabrera Mauleón, investigador de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que los pequeños productores que siembran acelga, cebolla, calabaza, perejil, entre otros alimentos del campo, resienten en mayor medida las complicaciones por falta de mano de obra.
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Durante el foro de análisis virtual “Retos del campo mexicano para el cierre de este año, tras la pandemia”, Cabrera Mauleón destacó que las hortalizas requieren del riego y de mayores cuidados por parte de los productores.
“Las hortalizas requieren de mayor mano de obra, de mayor continuidad y de mayor seguimiento de la producción. El pequeño productor de hortalizas no es de un solo cultivo, tiene un cuarto de hectárea para la zanahoria, otra parte para cebolla, una fracción para cebolla y una más para cilantro. Esto hace que haya una mayor demanda de obra de obra”, comentó.
Expuso que si el trabajador abandona el aérea productiva comienzan a reflejarse dificultades en las unidades de riego como sucede en municipios como Puebla capital, San Andrés Cholula o San Pedro Cholula.
Comentó que hubo productores de granos que salieron adelante al recurrir a la mano de obra familiar en medio de la pandemia.
mpl