El gobierno de México deberá contar con un plan de acción claro respecto al tema laboral, porque es un “foco amarillo” y “puede ser un blanco de ataque de nuestros competidores comerciales o enemigos políticos en Estados Unidos”, advirtió Moisés Kalach, director del Consejo Estratégico de Negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
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En entrevista con Pedro Gamboa para MILENIO, el vocero del órgano de consulta para la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá dijo que lo más difícil para nuestro país será el gran cambio que viene en el sistema laboral, porque su implementación llevará aproximadamente cuatro años con un gran presupuesto.
“Tenemos que tener esos estándares muy altos de cumplimiento para que no generen sanciones comerciales. Y a su vez, tenemos que tener mucho cuidado en los planes implementados en México de todo el ecosistema laboral, ya que esto puede ser un blanco de ataque de nuestros competidores comerciales o enemigos políticos en EU. Creo que ese es el gran foco amarillo y ahí es donde debemos tener un plan de acción muy claro”, subrayó.
Asimismo, el especialista comentó que para esa implementación el gobierno federal debe enfocarse en los cuatro elementos del ecosistema laboral: patrones, trabajadores, gobierno y sindicatos. “Para cambiar la forma en cómo vemos este ecosistema, tenemos que madurarlo, es un proceso educativo, de prevención, muy complejo, yo creo que ahí es donde está el riesgo más grande de todo este tratado”.
Kalach señaló que el T-MEC es lo que necesita la economía mexicana para crecer, pero no es suficiente. No obstante, destacó que, “igual que el TLC, este tratado es una de las grandes piedras angulares del crecimiento del país” y después de tres años y medio de negociación quitó mucha incertidumbre, porque dejó reglas claras y generó mucha confianza para la inversión.
“Vale la pena mencionar que no hemos aprendido a través del tiempo, que no es suficiente con un tratado comercial para resolver todos los problemas en el tema de crecimiento; tenemos que hacer la tarea en casa y en casa las inversiones exigen claridad, exigen respeto a las leyes, seguridad, incentivos y eso es algo que no hemos tenido hoy, sin ello no vamos a crecer”, mencionó.
El directivo consideró que las empresas mexicanas tienen posibilidad de inversión y que primero se verá un incremento en el volumen de las cadenas de abasto que ya existen, las cuales estaban pendientes de la claridad de esta ratificación, y más adelante llegarán los financiamientos.
“Hemos estado hablando con diferentes empresas del sector empresarial que ven con interés y están esperando este momento en México; en el siguiente año veremos solidificándose las cadenas de abasto y al final de esos ocho, 10, 12 meses veremos que las inversiones nacional y extranjera tomen los pasos adecuados a nivel interno, porque este tipo de sistemas no se arreglan solos, nuestra economía no está creciendo y me parece que necesita todos esos elementos para que se pueda corregir”, dijo.
Afirmó que este será un tratado beneficioso para nuestro país, ya que se verá un plan estratégico muy positivo ante la inestabilidad económica mundial que se ha presentado últimamente. “Viniendo de un gobierno que tiende más hacia la izquierda, como el gobierno mexicano, tener este tratado y pertenecer, refrendar una pertenencia con América del Norte, y darle una señal de libre comercio a los 50 socios con los que tenemos tratado, todo eso es muy bueno en la parte estratégica”.
Subrayó que el T-MEC y el TLCAN no son comparables. “La competencia será importante, nuestro país mide cómo integrar las cadenas de abasto, las industrias acerera, autopartes y automotriz para no perder participación de mercado y que siga siendo muy atractivo invertir aquí… quizás invertir en otros países, principalmente en Estados Unidos; me parece que los dos son muy buenos en su momento y ambos son muy productivos para nuestro país”.
El T-MEC obliga a que cada nación adquiera el compromiso de establecer en su legislación laboral el reconocimiento y respeto de los derechos fundamentales reconocidos al amparo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Además que incluye un anexo relativo a la implementación de la reforma laboral de México con relación a la negociación de contratos colectivos de trabajo.
En particular, el anexo obliga al gobierno mexicano a incluir disposiciones en su legislación interna que aseguren que, previo al registro inicial de un contrato colectivo de trabajo o durante la revisión del mismo, mediante el voto individual y secreto de los trabajadores, el contrato cuente con el apoyo de la mayoría de los trabajadores.
Los casos de acción o inacción sostenida o recurrente en la aplicación de la legislación laboral por parte un gobierno, que afectan al comercio y la inversión, se sujetarán al mecanismo de solución de controversias del tratado. Se permite no solo elevar aranceles, sino también el bloqueo de exportaciones de un país a otro país en la región si se reiteran violaciones laborales por parte de una instalación manufacturera, de servicios o que involucre a la minería.
Por último, establece un panel expedito para ciertas violaciones en materia laboral, cuando involucren incumplimientos al tratado referentes al aval de un líder sindical y a la constitución o modificación de un contrato colectivo.