Restaurantes, franquicias, fondas y cafeterías en Puebla se sumaron a la campaña #AbrirOMorir con la que buscan reactivar el servicio en mesa, al tiempo de exigir apoyos e incentivos para proteger a los trabajadores que han resultado afectados por el confinamiento.
Cocineros, meseros, personal administrativo y propietarios de establecimientos hicieron sonar este miércoles cacerolas y cucharas en diferentes puntos de la capital poblana, de la zona conurbada y Tehuacán, a fin de que el gobierno escuche su llamado para que puedan volver a abrir sus puertas al público, ya que las ventas han disminuido hasta en un 90 por ciento.
A esta iniciativa apoyada por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) , se sumaron la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), la Asociación de Centros Comerciales de Puebla (Acecop), la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, así como el Consejo de Comerciantes del Centro Histórico.
Olga Méndez Juárez, presidenta de la Canirac, destacó la urgencia de que esta industria sea considerada como esencial, ya que los negocios operan en números rojos y de continuar así, existe el riesgo de que al cierre enero siete de cada diez establecimientos no sobrevivan.
Señaló que al menos mil 500 negocios de alimentos colgaron mantas con la leyenda #AbrirOMorir como un llamado para que puedan reabrir, y durante los dos sábados siguientes saldrán a las calles con el "cacerolazo" para pedir el apoyo del gobierno y evitar que se vayan a la quiebra.
Afirmó que el sector establecido se apegó desde el inicio de la emergencia a las medidas que establecieron las autoridades sanitarias para contener contagios del virus, por lo que consideró que con esos mismos protocolos pueden ofrecer el servicio en mesa de manera segura.
Recordó que el decreto vigente desde el 28 de diciembre de 2020 solo permite el servicio de alimentos para llevar y a través de plataformas, lo cual resulta insostenible, ya que son pocos los pedidos que se generan por día y el ingreso es mínimo.
Dijo que el saldo hasta el momento de la pandemia considera más de 2 mil empleos perdidos en la industria de alimentos y el cierre de 400 restaurantes.
La representante del sector restaurantero en Puebla recalcó que los negocios que sí pagan impuestos y cumplen con las medidas para prevenir contagios buscan un “piso parejo” en cuanto a puestos ambulantes que se mantienen en las calles con venta de comida cuando esta actividad está prohibida.
Cabe señalar que restaurantes de la Colonia Centro y de los corredores gastronómicos de Huexotitla y la avenida Juárez han colgado de sus fachadas una lona con tres fotografías blanco y negro, donde aparece personal de la industria que emplea a miles de personas en el sector, mismo que se ha visto afectado con los decretos que les obligan a no ofrecer el servicio en mesa.
Por otra parte, restaurantes de Tehuacán se sumaron a la campaña que inició la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), con el objetivo de mantener el servicio con medidas restrictivas y de esa forma sigan generando ingresos y no se vayan a la quiebra, dio a conocer el representante del sector restaurantero en esta ciudad, José Manuel Méndez Lezama.
Son varios los establecimientos de esta ciudad los que han sufrido daños económicos importantes por la inactividad, lo cual ha causado que hicieran despido de personal o se mantengan hasta esas fechas cerrados, es por eso que muchos han optado por entrar a estos convenios para mantenerse abiertos al considerar que no son lugares que pudieran representar un riesgo de contagio a la población, al mantener las medidas preventivas.
Comerciantes retienen a personal de Protección Civil
Comerciantes establecidos del Centro Histórico retuvieron a elementos de la Secretaría de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgos, esto porque los trabajadores pretendían clausurar un establecimiento no esencial, por lo que exigieron “piso parejo” debido a que señalaron que a los ambulantes les permiten trabajar.
Fue después de las 14:30 horas del miércoles 13 de enero cuando alrededor de cien locatarios del Centro Histórico de la capital poblana no permitieron que los trabajadores de la dependencia hicieran su labor al grito de “queremos trabajar”.
mpl